CONTROL ANIMAL
El Municipio no retoma las castraciones: crece la preocupación por la sobrepoblación de perros y gatos
A fines de septiembre fue aprobado por el Concejo Deliberante el Programa de Equilibrio Poblacional de Perros y Gatos. Se trata de capacitaciones, charlas, jornadas de castración sistemáticas y gratuitas para abordar integralmente el problema. Pero la primera semana de diciembre el gobierno dejó de castrar.
Después de mucho tiempo de trabajo y compromiso, las proteccionistas de animales lograron que, el 25 de mayo del año pasado, la Municipalidad de Gualeguaychú firme el convenio con la Red de Políticas Públicas, organización de referencia nacional e internacional que trabaja con el Programa de Equilibrio Poblacional de Perros y Gatos, que, en los municipios en los que se ha aplicado de manera seria y continua ha demostrado ser muy efectivo.
Cuatro meses después, el Concejo Deliberante aprobó dicho programa, lo transformó en la ordenanza12.803/2023 y dispuso de los recursos necesarios para ponerlo en marcha. Lamentablemente, el cambio de gestión impactó negativamente en todo lo que se empezaba a hacer de manera correcta y con la mirada puesta en el mediano plazo, luego de muchos años y gestiones erráticas en la materia.
Desde el 10 de diciembre a esta parte no han sido pocas las publicaciones periodísticas que han reflejado la creciente preocupación por la paralización del programa. Las diferentes ONGs proteccionistas y las muchas redes de contención animal que existen en la ciudad también han puesto de manifiesto su desconcierto ante la falta de respuesta oficial.
El nombramiento del médico veterinario Juan Pablo Sack, un experimentado en la función pública, generó cierto entusiasmo en el sector, pero nada ha cambiado desde entonces. “Todo sigue igual”, lamentaron proteccionistas consultadas por EL ARGENTINO.
¿Por qué es importante darle continuidad al Programa de Equilibrio Poblacional de Perros y Gatos en Gualeguaychú?
Porque la experiencia demuestra que para arribar a soluciones concretas el camino es la castración. En este sentido, el dato ofrecido por la Red de Políticas Públicas es crucial: en ciudades de hasta 10 mil habitantes se calcula un animal por persona, mientras que en las que tienen más de 10 mil habitantes el número es de un animal cada dos personas. Por lo que se estima que en Gualeguaychú hay una población de 50 mil animales: si se pretende castrar el 20%, hablamos de 10 mil animales al año o, lo que es lo mismo, 833 animales castrados por mes.
Si bien, en los últimos meses de la gestión anterior se había enfatizado en la puesta en marcha del programa aprobado por ordenanza, tampoco se había alcanzado aun ese objetivo, aunque se estaba en camino: en agosto fueron 511 castraciones aproximadamente, en septiembre 645 y octubre y noviembre mostraron resultados similares.
Ahora bien, la actualidad dista mucho de esos números. No sólo no se está castrando, tampoco se ha anunciado medida alguna al respecto. De hecho, desde la primera semana de diciembre la Municipalidad no lleva a cabo jornadas de castraciones, las últimas fueron organizadas por las organizaciones proteccionistas que, si bien trabajan muchas veces en forma mancomunada con el Estado, no son el Estado, y no cuentan, ni por asomo, con los recursos públicos para hacer frente a tamaño problema.
El pedido de audiencia con el Intendente de parte de la Red de Políticas Públicas suma semanas sin respuestas y la superpoblación de perros y gatos crece día a día, no es algo que pueda esperar los tiempos de la política. Ante esta realidad, algunas ONG comenzaron a realizar conversatorios abiertos a la comunidad para concientizar sobre el problema, pero, a pesar de las buenas intenciones de quienes los motorizan, no alcanza para dar una respuesta acorde.
“El Municipio de San José de Gualeguaychú protege la vida de los animales, previene los actos de crueldad y maltrato, controla su salubridad y su reproducción con métodos éticos, transformándose la Sala de Veterinaria Municipal en el Centro Municipal de Salud Animal y Zoonosis. El Municipio es independiente de cualquier otra institución en el ejercicio de las funciones que le son propias en materia de sanidad animal y salud pública”, expresa el Artículo N°2 de la ordenanza12.803/2023. Mientras que el Artículo N°4 declara “como único método ético y eficiente para el control del crecimiento poblacional de perros y gatos, la práctica de la castración quirúrgica gratuita, masiva, no excluyente, sistemática, extendida y temprana de machos y hembras, de especie canina y felina”. Y determina que “en el acto de la castración se tatuará la letra C o un número identificatorio en el pabellón de la oreja, quedando prohibido todo método invasivo con cualquier fin. En el caso de los gatos ferales (asilvestrados) se podrá realizar un corte en la oreja para identificar a los ejemplares ya castrados de una colonia”.
Beneficios en números
Datos sistematizados por la Red de Políticas Públicas indican que existe un claro comportamiento hormonal que influye en los episodios de mordeduras: en los perros el 77% de los mordedores es macho, el 85% de los perros mordedores no está castrado y el 82% de las mordeduras graves y el 92% de las mordeduras fatales corresponden a perros no castrados.
Los perros castrados de ambos sexos muerden tres veces menos que aquellos que no lo están, y, contra el mito que apunta a los animales en situación de calle, la abrumadora mayoría de animales mordedores corresponden a animales domiciliados: Las estadísticas indican que el 88% de los perros mordedores tienen dueño.
Entre las ventajas conductuales que ofrece la castración de gatos machos, se remarca la reducción de un 88% de las peleas y los maullidos, en un 91% el vagabundeo y en un 87% el rociado de orina. En tanto que, en el caso de los caninos machos, los números son similares, pero, lo que es más interesante, al igual que en el caso de los felinos, es que en el 90% de los perros castrados resulta suprimido el vagabundeo, lo que evita, entre otras cosas, que el animal sea atropellado.