FENÓMENOS CLIMÁTICOS Y TURISMO
El impacto de La Niña en el turismo local: ¿Habrá temporada de playa en Gualeguaychú?
La temporada de verano se presenta incierta debido a la influencia del fenómeno de La Niña, que pronostica un verano con poca lluvia. En diálogo con EL ARGENTINO, Daniel Hernández, ex director de Defensa Civil, explicó los pronósticos para la temporada que se viene.
Por Lautaro Silvera
La temporada de verano se aproxima y con ella la tradicional expectativa sobre la disponibilidad de las playas en Gualeguaychú. Si bien el Carnaval del País es el mayor atractivo de la ciudad, la pregunta recurrente en los meses previos al calor es si los ríos estarán aptos para disfrutar de un verano en las aguas del Gualeguaychú y el Uruguay. El ingrediente particular para esta temporada estival es la presencia del fenómeno de La Niña, que genera una marcada falta de precipitaciones, y que podría transformar el paisaje y el acceso a las playas.
En diálogo con EL ARGENTINO, Daniel Hernández, ex director de Defensa Civil de la ciudad, compartió su visión sobre cómo este fenómeno meteorológico afectará la región y las perspectivas para el turismo veraniego. Según Hernández, aunque los efectos de La Niña aún no se han manifestado de forma extrema, las proyecciones apuntan a que la temporada de verano será menos lluviosa que la última, lo que podría permitir que las playas de la ciudad estén habilitadas, aunque con algunas particularidades.
“Con respecto a las lluvias, en nuestra región no estamos tan mal. Es decir, los síntomas habituales de la Niña todavía no se han presentado. Lo que se está esperando es un fenómeno de la niña bastante atenuado, o que no se presente con características extremas. Los pronósticos vienen marcando una presencia del fenómeno más bien moderado, con una probabilidad de ocurrencia hasta diciembre, enero, febrero”, comenzó a explicar Daniel Hernández.
Ahora, con un panorama que no avizora una posible creciente o repuntes de los ríos, a causa de los efectos de la ‘niña’, todo parece indicar que habrá una temporada con aguas bajas en los ríos Gualeguaychú y Uruguay.
“Lo que se espera es un verano con un fenómeno de ‘la niña’ atenuado, con pocas precipitaciones durante diciembre, enero y febrero”, indicó Hernández. “Eso podría reducir el nivel del río Gualeguaychú, por debajo de los 1.30 o 1.40 metros, aproximadamente. La media ideal para el uso recreativo del río Gualeguaychú es 1.70. Entonces, al tener menos caudal los ríos y alejarse la línea de costa de lo que es habitual, se podrían incrementar los solariums, es decir, los lugares para tomar sol, la zona de arena de las playas, y la parte del balneario en sí”, remarcó el ex director de Defensa Civil.
En cuanto a la actualidad de los niveles de los ríos que rodean la provincia, el experto remarcó que “todavía el río Uruguay se está comportando con valores relativamente normales. No así el río Paraná, que ya empieza a tener bajantes importantes”.
El marcado retroceso de la línea de costa, ante la baja en los niveles de los ríos que se espera, podría generar zonas de aguas más turbias y peligrosas cerca del cauce del río, lo que obligaría a extremar los cuidados en la calidad del agua. Uno de los riesgos asociados a un verano con poca lluvia es la menor renovación de las aguas de los ríos. “Esto podría llevar a una mayor acumulación de contaminantes y desechos, lo que afectaría la calidad del agua en las playas. A medida que el río pierda caudal, se formarán zonas más barrosas y, sin la circulación habitual de bañistas, podrían aparecer objetos peligrosos como vidrios, ramas o restos de nylon de pesca en las zonas menos profundas”, explicó Hernández.
Posibles incendios y otros riesgos climáticos
A los problemas derivados de la sequía se suman los riesgos de incendios en la región. Hernández señaló que la falta de lluvias, sumada a temperaturas elevadas y vegetación seca, incrementa el riesgo de incendios en los campos y zonas rurales cercanas. “Si bien tuvimos un verano lluvioso - con respecto a la temporada 2023- que hizo crecer mucho la vegetación, sobre todo en la zona de campos bajos, después vinieron heladas que hacía 70 u 80 años que no se daban. Esto último produjo que se secaran todos esos pastizales. Con las altas temperaturas vividas antes de tiempo, y falta de lluvia (producto de la niña), es probable que puedan generarse incendios de pastizales en toda la zona sur de la provincia”.
El humo derivado de estos incendios podría afectar la visibilidad en las rutas cercanas, dificultando el tránsito y afectando la afluencia de turistas a la ciudad. “Hemos vivido experiencias de evacuación debido a la densidad del humo, lo que interrumpe el turismo e incluso corta el acceso a la ciudad”, concluyó Daniel Hernández.
La Niña y su impacto en los ríos
Este fenómeno ha generado preocupación debido a sus efectos climáticos. Según el especialista Daniel Hernández, los pronósticos internacionales indican que “estamos atravesando una fase de ‘neutralidad’ en el fenómeno, lo que implica que las condiciones climáticas no se ajustan estrictamente ni a la niña ni a el niño”.
Este fenómeno se caracteriza por una disminución de las temperaturas en la superficie del Océano Pacífico, lo que reduce la evaporación y desvía los vientos hacia Asia, provocando monzones y exceso de lluvias en esa región, mientras que América del Sur, y especialmente Argentina, experimenta una sequía.
“Ese fenómeno que se está dando no ha presentado todavía esas características de sequía que hemos tenido unos años atrás, sequías extremas con una duración de hasta casi tres años. De todos modos, se espera que puedan llegar a darse, posiblemente impacten menos en nuestra zona. De darse esas características, obviamente los ríos van a tener menor caudal y ahí se dan dos o tres fenómenos con respecto al tema playas”, finalizó Daniel Hernández.