Opinión
El éxodo de la escuela pública a la privada
En los últimos veinte años el éxodo de estudiantes de escuela pública a las escuelas de gestión privada fue una constante en nuestra ciudad.
La enorme oferta educativa que brinda los establecimientos educativos administrados por las comunidades religiosas y los clubes hicieron que cientos de familias vieran que este tipo de establecimientos le garantizan más días de clases a sus hijos.
Este fenómeno se da a nivel nacional. En 2015, tomando todo el país, la pérdida de matrícula en el primario fue de 20.061 alumnos en relación con el año pasado, un volumen casi idéntico a la expansión que registraron las escuelas primarias privadas, que fue de 19.500 alumnos. Pero si se va más atrás, hasta llegar a 2003, la cifra grafica un éxodo: 433.549 estudiantes menos o una merma del 11,5% de la matrícula contra un crecimiento del 27% en los privados, según un informe del Centro de Estudios de la Educación Argentina (CEA), de la Universidad de Belgrano.
El informe del CEA, elaborado a partir de los anuarios estadísticos del Ministerio de Educación de la Nación, expone a provincias donde la pérdida de alumnos en las primarias estatales es pronunciada. Las de Jujuy, por ejemplo, perdieron casi un 30% de la matrícula que tenían en 2003. Las de Neuquén, Catamarca, Tucumán y Chaco tienen un 22% menos de alumnos. Las primarias públicas de la ciudad de Buenos Aires y del conurbano bonaerense no están exentas del éxodo: en 12 años perdieron el 16,7% y el 11%, respectivamente. Este éxodo no es más que una acción gradual de la privatización de la educación al advertir que si bien en la primaria se produce un éxodo muy grande, en los niveles inicial y secundario también hay preferencia por las privadas y ese corrimiento no está ligado de una mejora económica de la población, sino a una pérdida de la calidad educativa de la escuela pública.
Este fenómeno se da a nivel nacional. En 2015, tomando todo el país, la pérdida de matrícula en el primario fue de 20.061 alumnos en relación con el año pasado, un volumen casi idéntico a la expansión que registraron las escuelas primarias privadas, que fue de 19.500 alumnos. Pero si se va más atrás, hasta llegar a 2003, la cifra grafica un éxodo: 433.549 estudiantes menos o una merma del 11,5% de la matrícula contra un crecimiento del 27% en los privados, según un informe del Centro de Estudios de la Educación Argentina (CEA), de la Universidad de Belgrano.
El informe del CEA, elaborado a partir de los anuarios estadísticos del Ministerio de Educación de la Nación, expone a provincias donde la pérdida de alumnos en las primarias estatales es pronunciada. Las de Jujuy, por ejemplo, perdieron casi un 30% de la matrícula que tenían en 2003. Las de Neuquén, Catamarca, Tucumán y Chaco tienen un 22% menos de alumnos. Las primarias públicas de la ciudad de Buenos Aires y del conurbano bonaerense no están exentas del éxodo: en 12 años perdieron el 16,7% y el 11%, respectivamente. Este éxodo no es más que una acción gradual de la privatización de la educación al advertir que si bien en la primaria se produce un éxodo muy grande, en los niveles inicial y secundario también hay preferencia por las privadas y ese corrimiento no está ligado de una mejora económica de la población, sino a una pérdida de la calidad educativa de la escuela pública.
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