Descubren que Botnia tiene un efluente clandestino hacia el Arroyo Yaguareté
En el último monitoreo binacional realizado el 28 de noviembre, se descubrió que Botnia tiene un efluente clandestino que desagota en las aguas del Arroyo Yaguareté.
La ubicación exacta se pudo determinar porque se encuentra debajo de la pileta de decantación y de ahí sigue su curso hacia el Arroyo Yaguareté.
Sin embargo, desde la Dirección Nacional de Medio Ambiente (Dinama), se informó que se había descubierto un problema en una pileta interna de la empresa, lo que en realidad era claramente un efluente clandestino que va al río Uruguay.
Las autoridades ambientales del Uruguay advirtieron de manera ambigua que se detectó un nivel de alcalinidad mayor al permitido en una pileta de tratamiento interno, por lo que advirtieron a la compañía que habrá una sanción y a la vez ordenaron que se adopten medidas para que el episodio no vuelva a repetirse.
Pero la irregularidad no se detectó en las piletas de tratamiento, sino en las piletas pluviales por lo que quedó palmariamente claro que Botnia arroja líquidos contaminantes sin tratar directamente al río. En el monitoreo del 28 de noviembre, tanto los funcionarios uruguayos como los de Botnia, creyeron que los técnicos iban a tomar muestras del efluente principal, pero se asombraron cuando se decidió a último momento tomarlos del desagüe pluvial. Así fue como se detectó esta grave irregularidad, que no podrá ser minimizada a pesar de las usinas de prensa que rápidamente salieron a desvirtuar la realidad.
La mala fe sigue prevaleciendo en el gobierno uruguayo como en la propia Botnia.
Sin embargo, desde la Dirección Nacional de Medio Ambiente (Dinama), se informó que se había descubierto un problema en una pileta interna de la empresa, lo que en realidad era claramente un efluente clandestino que va al río Uruguay.
Las autoridades ambientales del Uruguay advirtieron de manera ambigua que se detectó un nivel de alcalinidad mayor al permitido en una pileta de tratamiento interno, por lo que advirtieron a la compañía que habrá una sanción y a la vez ordenaron que se adopten medidas para que el episodio no vuelva a repetirse.
Pero la irregularidad no se detectó en las piletas de tratamiento, sino en las piletas pluviales por lo que quedó palmariamente claro que Botnia arroja líquidos contaminantes sin tratar directamente al río. En el monitoreo del 28 de noviembre, tanto los funcionarios uruguayos como los de Botnia, creyeron que los técnicos iban a tomar muestras del efluente principal, pero se asombraron cuando se decidió a último momento tomarlos del desagüe pluvial. Así fue como se detectó esta grave irregularidad, que no podrá ser minimizada a pesar de las usinas de prensa que rápidamente salieron a desvirtuar la realidad.
La mala fe sigue prevaleciendo en el gobierno uruguayo como en la propia Botnia.
Este contenido no está abierto a comentarios