Cortan por lo sano: Quedará fuera de servicio el caño que dejó a la  ciudad sin el servicio de agua

“La Municipalidad de Gualeguaychú informa la rotura de un caño de alta presión ubicado en calle Jujuy, entre Corrientes y Santa Fe, por lo cual fue interrumpido el servicio de provisión de agua potable”. El mensaje oficial fue difundido varias veces del 10 de diciembre a la fecha. La maldición del caño roto, se podría pensar, si se toma en consideración que, allá por el 2016, también a pocos días de asumir la gestión de Esteban Martín Piaggio, la rotura de una cañería complicó el normal servicio de distribución de agua potable en toda la ciudad. 

El último fin de semana, desde el Ejecutivo se volvió a comunicar la afectación del servicio: “A raíz de esta medida existe posibilidad de disminución de presión en la zona, situación que podría replicarse en otros puntos de la ciudad. Además, el tránsito se encuentra restringido en calle Jujuy”, indicaron. Y adelantaron que “en caso de ser necesario, se deberá reemplazar el tramo afectado, ya que no es el primer evento de estas características en la misma cañería”. 

No existe bien más importante para toda la ciudadanía que el agua potable. Es un servicio imprescindible para el normal desarrollo de la vida de la comunidad y muy sensible (su falta) al humor social. Es por ello, y ante la necesidad de encontrar una solución definitiva a un problema recurrente, que el Municipio ya está trabajando para dejar desafectada del resto de la red a la cañería en cuestión. 

“En el caso de la cañería de la calle Jujuy estamos a tiempo vencido, es como la mercadería que ya finalizó su tiempo de vida, por lo que debe ser reemplazada o se busca otra alternativa. Nosotros estamos yendo a la alternativa de anular el sector de mayor dificultad, pero para que eso ocurra tenemos que ser muy precisos y selectivos en cuanto al lugar en que vamos a hacer el corte, la cirugía mayor, sin afectar el perímetro circundante”, explicó a EL ARGENTINO Gustavo Píccoli, director de Obras Sanitarias. 

“No es que vamos a cambiar la cañería y, consecuentemente, tener que romper toda la calle, vamos a desafectar el caño roto, ese sería el término correcto”, puntualizó el funcionario y aclaró que se trata de un tramo de entre 300 y 400 metros el que está siendo evaluado. 

Desde que Píccoli asumió al frente de la dirección por la que, en los últimos ocho años, pasaron Ivan Mataitis, Hugo Sacre y Martín Cergneaux, la cañería en cuestión se fue dañando en diferentes lugares. 

“Luego de los trabajos realizados en un tramo de cañería de presión en calle Jujuy, entre Nogoyá y Corrientes, y del restablecimiento del servicio de provisión de agua potable, se detectaron nuevas fugas en otro sector de la misma cañería”, explicaba uno de los comunicados de prensa los últimos días de diciembre. 

Al respecto, Píccoli aclaró que “como es asbesto (el material del caño), es resistente a la compresión, pero es muy frágil a pequeñas variaciones de presión”. Entonces, el caño no se remplaza, se deja fuera de servicio.

Teniendo en cuenta que se trata de una arteria principal, ¿las secundarias podrán resistir su ausencia? “Las secundarias son las que le llevan el servicio a los vecinos, en ese tramo hay un par de cuadras en las que no hay conexiones domiciliarias, simplemente es un derivador de agua. Entonces, tenemos que buscar los puntos en donde desafectar las cañerías secundarias de esa principal. No se va a perjudicar a nadie, se van a evitar los problemas que estamos teniendo en el presente”, aseguró. 

Por último, sobre la fecha en que se realizará esta intervención, el funcionario dijo que “probablemente” sea la semana que viene. Dependiendo siempre del clima y particularmente del calor: la obra se llevará a cabo un día en el que no haya altas temperaturas, cuando la demanda de agua potable domiciliaria es menor.