SALUD Y PREVENCIÓN EN EL VERANO
Con más de 30 casos de dengue en la Provincia, recomiendan cómo evitar la propagación
La curva de casos se viene adelantando y en Entre Ríos ya hay 33 confirmados, de los cuales cinco de ellos se estiman que sean autóctonos. En una charla para EL ARGENTINO, Ignacio Bourlot, especialista en Infectología repasó los puntos clave para entender el virus del mosquito, y evitar la propagación.
Por Lautaro Silvera
Tras los reiterados repuntes del rio y las fuertes lluvias que hubo a fines de noviembre y principios de diciembre, la presencia de mosquitos en los espacios verdes de la ciudad son más frecuentes que nunca. Zonas como el parque Unzué, plazas, y Costanera han sido unos de los lugares con mayor presencia. Ante este marco, y con el contexto general de que los casos de dengue se adelantaron, EL ARGENTINO habló con Ignacio Bourlot, especialista en Infectología, y explicó: “Todavía no es un problema concreto; lo que ha llovido, lo que va a llover y las inundaciones, son datos puntuales que hacen que la circulación de mosquitos sea mayor que en años más seco. Lo otro que nos pone en alerta es que tenemos situación de brote, que siempre hay, a veces se exacerban más en países vecinos, y en Formosa o Chaco. Eso genera estas migraciones internas que son lo que te traen los primeros casos, los llamamos importados”.
Según datos que provienen del Ministerio de Salud de Entre Ríos, hasta el pasado 5 de enero, último día en el que la provincia informó la situación, se registraron 33 casos positivos de dengue, la mayoría en personas que regresaban de viajes principalmente desde el norte del país y de Brasil, aunque también se registraron cinco casos autóctonos en Federación y Paraná. Para esta diferenciación de casos, el especialista en infectología aseguró que “hablamos de caso importado y caso autóctono. Cuando vos tenías un brote de dengue en un lugar, en general es porque se empezó a tener casos autóctonos, que quiere decir que son personas que no tienen antecedentes de venir de ningún lado donde haya circulación activa de la enfermedad. Eso quiere decir que tenés un brote autóctono. En general, los primeros casos son importados, alguien viene de algún lado con fiebre, se lo estudia y se confirma el dengue. Después son esos casos importados los que hacen que los mosquitos de acá piquen a esas personas enfermas, chupan el virus y se lo transmiten a otra persona”.
El dengue es una enfermedad que comúnmente se presenta en los meses de febrero y marzo. En este año en particular, los primeros casos se han adelantado: desde noviembre se confirmaron pacientes con ésta enfermedad, y desde ahí la situación viene lentamente creciendo. “En estos momentos hay una curva que está un poquito adelantada con los primeros casos respecto a lo que es habitual. En Gualeguaychú, antes de que arranque la pandemia, la situación estuvo gravísima, un poco más de 100 casos confirmados, que para nosotros es un montón. Eso nunca habíamos tenido. Y si hay 100 casos confirmados, seguramente han habido muchos más, porque hay muchas otras personas que no consultaron, o no se notificaron. Ese fue nuestro mayor brote que después, por suerte, nos volvimos a tener en la ciudad”.
Qué síntomas hay que tener en cuenta y qué no hay que hacer
Lo primero que remarcan los profesionales ante todo caso de posibles enfermedades, es la automedicación. A veces, ante cualquier síntoma, es muy común tomar antiinflamatorios, y después realizar una consulta médica. “En el dengue puede ser muy nocivo el uso de antiinflamatorios como el ibuprofeno, la aspirina o el diclofenac. Entonces cuando aparece la época del dengue, recomendamos usar paracetamol. Siempre motivar una consulta profesional, tratar de usar paracetamol, y evitar el ibuprofeno. Una característica importante de este virus, es que muchos creen que este virus es del campo; es decir de una población rural. Y la realidad es que el dengue es una enfermedad bien urbana, porque si bien puede un paciente tener dengue en el campo, es mucho más probable que lo haya adquirido en la ciudad, porque tiene que haberlo picado un mosquito, uno que no tiene un área de vuelo muy amplia y que a su vez haya picado antes a otra persona que estaba cruzando el cuadro”, explicó el especialista.
Recursos para tomar en cuenta y evitar la propagación
Para frenar el aumento de los casos es clave la acción individual y en conjunto. Un punto importante es limpiar todos los lugares que registren humedad, o acumulación de agua. También, quienes hayan sido infectados por el dengue, es sumamente importante que utilicen repelentes para no ser picados nuevamente por los mosquitos. A propósito, el especialista indicó lo siguiente: “el mosquito tiene la capacidad de transmitir el dengue, pero antes tiene que haber picado a un humano que haya estado cursando la enfermedad. Cuando hay una sospecha un caso de dengue, los médicos le indicamos al paciente sí o sí el uso del repelente, suena insólito pero es para que no se genere un nuevo ciclo de enfermedad. Si nos aseguramos que la persona que tiene el virus en la sangre no la pique un nuevo poquito, se cortan nuevos ciclos”.
Qué tanto sirven las cuadrillas de fumigaciones en zonas afectadas
Una de las preguntas recurrentes es si realmente sirven las fumigaciones con máquinas de humo. La respuesta es que no sirven de mucho, sí evita la molestia de tener que lidiar con la presencia de muchos mosquitos, pero en cuanto al dengue, no resulta ser eficiente. “Las camionetas con pistolas que van echando humo y todo eso, justamente es humo, no sirve para combatir un brote de dengue. Lo que es efectivo para combatir un brote de dengue es, en las dos cuadras aproximadamente a la redonda del caso que vos confirmaste, hacer un búsqueda activa de otras personas que puedan tener fiebre e intervenir esos domicilios en busca de lo que llamamos cacharros, que son estos reservorios, lo que se llama descacharrizar: eliminar estos lugares que son potenciales reservorios de agua, en muy pequeñas cantidades, que puede tener ahí larvas, floreros, los platitos de las plantas, charcos, una canilla que queda goteando, o piletas donde queda un reservorio de agua”, concluyó el médico.