LITERATURA AL ALCANCE DE LA MANO EN EL PUERTO
Con la presentación de una antología de 41 mujeres escritoras de la ciudad, comenzó la Feria del Libro
Será la gran atracción del fin de semana. Este viernes se realizará la presentación oficial. La primera actividad tuvo a José Luis Pereyra, Emilia Villalba y Carla Olivera como protagonistas. Dieron a conocer “Con esta sola boca”, una antología que reúne obras de 41 mujeres de Gualeguaychú.
Minutos antes de las 15, los presentadores dieron la bienvenida a las personas presentes y de esta manera abrieron la primera Feria Binacional del Libro Gualeguaychú 2024. Las palabras de del subsecretario de Cultura, Deportes y Juventud, Luis Castillo, agradecieron el acompañamiento del público, que tímidamente comenzaba a circular entre los stands, al tiempo que aclararon que la inauguración oficial tendría lugar este viernes a las 14.30.
Seguidamente, el escritor y ganador del Premio Fray Mocho por su ensayo sobre el escritor entrerriano Isidoro Blaisten (2016), José Luis Pereyra -hacedor de los tomos I y II de “Antologías de la ciudad 2820” y promotor del tercero- dedicó unas palabras a las personas presentes. Al hablar de “Con esta sola boca” (tomo III) aclaró que la misma tiene, esencialmente, dos objetivos: “Primero, dar a conocer la enorme producción literaria que tenemos aquí. Objetivo que hemos cumplido porque en las tres antologías tenemos casi cien escritores que están representados con sus obras. Y, después, proporcionar a los docentes y alumnos material de lectura de forma gratuita”.
“Junto con el libro físico, sale el PDF. Ese PDF se entrega a todo el mundo sin ninguna restricción: docentes, alumnos, público en general. O sea que esta antología de 41 chicas, que me enorgullece, estará en manos y en los celulares de todos los chicos y docentes que quieran tenerla”, destacó Pereyra, para luego agradecer a las personas e instituciones que hicieron posible “Con esta sola boca”, y dar paso a las docentes y escritoras que estuvieron a cargo de la compilación: Emilia Villalba y Carla Olivera.
“Son 41 poetas, narradoras, dramaturgas que forman parte de esta antología, nuestro agradecimiento enorme a cada una de esas mujeres que integran el libro, que nos cedieron sus textos con alegría, algunas están hoy acá. También a los familiares de las que no están con nosotros, porque este libro atraviesa muchas generaciones de mujeres autoras de Gualeguaychú”, expresó Olivera, ganadora del premio Fray Mocho por su obra “El asombro de los días” (2023).
“Ustedes se van a encontrar con Agustina Andrade, estamos hablando del siglo XIX, una autora nacida en 1858, que es la primera, hasta la última de este libro, que es Ivana Quiñones, la más joven. Hay todo un recorrido de la literatura escrita por mujeres que me parece que les va a gustar, ojalá que les guste”, dijo la docente, antes de comenzar a leer el prólogo de la obra.
“Se dice que las primeras poetas y narradoras fueron mujeres que para aliviar su tarea cotidiana y encontrar disfrute narraban historias, cantaban canciones, construían relatos legendarios. Así vemos a Sherezade, cantando con sus palabras al sultán para sobrevivir una noche más. Es probable que mucha de la literatura que conocemos como tal se sustente en estos primitivos relatos”, dice el prólogo.
Con esta sola boca
“Su lugar fue la oralidad, cediendo estos relatos a los hombres que, instruidos, pudieron contarlos en forma escrita”, leyó Olivera. “Debió pasar mucho tiempo para que las mujeres tuvieran conciencia creadora y comenzaran a forjarse un espacio para evitar la palabra y erguirse como escritoras. Olga Orozco, la poeta de la voz grave y ojos de gato, de versos de largo aliento, como quien extiende la voz hasta alcanzar lugares recónditos e inhabitados, dice en su poema ‘Con esta boca en este mundo’: ¿Cómo nombrar con esa boca? ¿Cómo nombrar en este mundo con esta sola boca? ¿En este mundo con esta sola boca? Nombrar, dice la poeta y a la vez parafrasea ese otro gran poema de su amiga Alejandra Pizarnik llamado ‘En esta noche, en este mundo’, donde se despuntan las preguntas que arman y desarman las poetas desde el principio de los tiempos: ¿Cuánto puede decir mi lengua? ¿Lo que nombro existe? ¿Es? ¿Y lo que no decimos? ¿Y lo que no tiene nombre? No, las palabras no hacen el amor, hacen la ausencia. Si digo agua, ¿beberé?, si digo pan, ¿comeré?”.
“Sin embargo, escriben, nombran, claman, preguntan, responden con el arma afilada de la lengua y con los silencios que también las atraviesan. De ahí el título de este libro, de ese entrelazamiento de versos, de nombres, de preguntas, de correspondencias entre las dos poetas argentinas más destacadas del siglo XX. De aquí también la necesidad de rescatar a aquellos que, habitando la oralidad con su boca, encantaron a un auditorio humilde, simple, en la cocina de una casa o en las habitaciones de los amos”, cerró Olivera.
“Y nos pareció que una antología de mujeres entre las que hay poetas, narradoras, cronistas, dramaturgas, desde el siglo XIX hasta nuestros días, podía ser conjurada, quizás, como una especie de bautismo o bienvenida por la palabra de Olga y en ella la de Alejandra”, continuó Emilia Villalba. Y agregó: “Esta antología de escritoras de Gualeguaychú fue encargada a nosotras por José Luis Pereyra, ideólogo y compilador de las Antologías de la ciudad 2820, tomo I y II. Tras varios meses de trabajo y de intercambio con las autoras, hemos concluido este libro que al igual que los anteriores tiene una profunda vocación pedagógica: ser material de lectura en las escuelas. El deseo de que ande de mano en mano, de mochila en mochila, de celular en celular, porque estas antologías tienen su versión digital, dando de leer, dando de qué hablar, haciendo un muestreo, una primera e inacabada aproximación a la escritura de mujeres de la ciudad de Gualeguaychú”, completó Villalba, para luego invitar a algunas de las mujeres que conforman la antología a leer parte de la obra presentada.