Cinco años ayudando a quienes más lo necesitan: “Nos cuesta mantener el lugar, pero seguimos firmes”

“En lo social empecé siendo colaboradora en otros espacios y clubes, hace 14 años, un día decidí brindar un espacio de contención que esté activo en diferentes ramas de ayuda, fue en el 2019. Ya pasaron cinco años de este espacio comunitario para chicos y adultos. Es hermoso recibir como visitas diarias de la gente del barrio, que viene a los talleres que son en mí casa, pero que termina siendo la casa de la barriada”, dice Emilce Jara, en diálogo con EL ARGENTINO. 

El merendero funciona en su propia casa, en el barrio Pueblo Nuevo, aquel que fue cuna del ascenso social de miles de trabajadores del ex Frigorífico Gualeguaychú durante el siglo pasado. Pero que hoy evidencia las consecuencias de sucesivas crisis y, entre quienes peinan canas, la nostalgia de lo que supo ser la “República de Pueblo Nuevo”. 

Como homenaje a esa historia, a la de esos trabajadores y trabajadoras del ex frigorífico y a los troperos que recorrieron sus calles, Emilce bautizó “Los Troperitos” al merendero que funciona en su casa, ubicada sobre la calle Los Troperos, entre Güemes y Etchevehere.

“Tenemos todos los días una actividad diferente: los martes hay clases de inglés; los miércoles, apoyo escolar para primaria y secundaria; los jueves tenemos capacitación laboral para adultos mayores en pintura y manualidades; los viernes, apoyo escolar para primaria; y los sábados o domingos, entrega de viandas. Ahí tenemos 84 gurises anotados y cada familia pasa a retirar la comida”, cuenta. 

“Trabajamos en conjunto con colaboradores y cocineras que no cobran nada por venir y asistir a la gurisada, tampoco reciben ayudas del Estado, como han sido el programa Potenciar Trabajo o lo que era la Tarjeta Nutrir. Lo hacemos de corazón”, remarca, sin disimular el orgullo y la sonrisa que recorre su cara de lado a lado. 

Pero nada ha sido fácil. Particularmente este año que termina. En palabras de Emilce: “El mal momento que pasamos los argentinos nos hizo ver otras realidades, más que durante la pandemia, diría. Hoy tenemos abuelos que necesitan de sus remedios, ayuda con pañales y hasta laburantes que necesitan un plato de comida para sus hijos y se desesperan a poder llegar a pagar el alquiler. Hoy en día somos un lugar de contención al cien por ciento, ya que conseguimos medicamentos, ropa, calzado, muebles y cocinamos para poder ser de ayuda los findes de semana. Sobre todo, porque durante la semana están las escuelas, donde los gurises pueden comer”.

“Siempre publico lo que nos llevan al merendero y lo que se hace con cada donación, también lo que compramos con la plata que se junta, ya que en estos últimos tiempos ha bajado la ayuda en la cuenta. La gente está ajustada, con deudas, con muchas cuentas sin poder pagar. Han bajado las donaciones, tanto en mercadería como en ayuda de ropa y calzado”, cuenta. Pero esta realidad no es motivo para bajar los brazos. 

Como cada año, para el aniversario del merendero, para el día del niño o para fin de año, desde “Los Troperitos”, en conjunto con el grupo de vecinos de la calle Los Troperos, preparan una fiesta para que disfruten chicos y grandes.

Será en la plazoleta del barrio, como siempre, en horas de la tarde y, aunque todavía no está definido el día, tendrá lugar entre Navidad y año nuevo. El lugar será decorado para la ocasión y se brindará una merienda, “los vecinos traen sus reposeras, pasamos música y disfrutamos del aniversario de este lugar que tanto cuesta mantener, pero seguimos firmes con las actividades y eso nos da motivos para festejar”, concluyó Emilce. 

¿Cómo colaborar con “Los Troperitos”?

“Lo que a uno le sobra a otro le está haciendo falta”, repite Emilce. Y convoca a quien desee pasar por el merendero a acercarse: “Estamos en calle Los Troperos entre Güemes y Etchevehere”. 

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