Carlos Caballier, un buen vecino y una mejor persona
Ser un buen vecino y una mejor persona son cualidades que han destacado siempre a Carlos Caballier.
Por eso su fallecimiento ocurrido en la noche del martes, generó una profunda tristeza en quienes han tenido la dicha de conocerlo y congoja en propios y extraños.
Es que Caballier –con una inquebrantable vocación y una férrea responsabilidad- dio testimonio cabal del amor por los semejantes desde el campo de la política, pero también desde cada lugar donde se debía dar ejemplo de compromiso.
Caballier fue un reconocido médico veterinario, que nació el 3 de enero de 1945. Casado, padre de cuatro hijos, fue presidente de la Sociedad Rural en el período 2004-2006 y luego estuvo al frente de la Cooperativa Eléctrica, cargo al que renunció cuando decidió acompañar en 2011 el segundo mandato de Juan José Bahillo en la fórmula a la intendencia.
En su última actuación pública fue notorio su compromiso generoso con la comunidad sin distinción de banderías partidarias: esa ecuanimidad también fue parte de su docencia de vida.
En el ámbito de la política, Caballier se destacó por su capacidad de análisis, pero también por su sentido solidario y fundamentalmente su vocación de servicio; donde el dolor ajeno nunca le fue indiferente y expresó como pocos la solidaridad como un espacio para que se manifieste el saber compatir y la bondad.
Fue un hombre bueno y por eso cuesta tanto despedirlo. Y como todo hombre bondadoso, deja una memoria compartida para que los desposeídos se sientan menos solos en la tierra.
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