Hay que prohibir el glifosato
Es política permanente de Ipodagua.com.ar hacer este llamado de atención. Y es por la información que recibimos al entrevistar a científicos como Dr. Andrés Carrasco. Y es por eso es que estamos convencidos de la certeza de este título: “Hay que prohibir el glifosato”.
Y esto mal que les pese a muchos ‘sojeros’ que persiguen un fin económico, desmereciendo nuestra salud y la de las futuras generaciones. Y es momento de hacer oír nuestra voz, ya que la legislatura entrerriana se encuentra debatiendo un proyecto de ley para que se establezcan limitaciones en el uso del agrotóxicos además de investigar sus consecuencias a largo plazo. Quizá una medida que llega tarde, porque el cáncer en la provincia se incremento en forma alarmante. Quizá también, sea una medida insuficiente, porque tal vez deberíamos volver a métodos artesanales para la siembra, priorizando siempre al Medio Ambiente y la salud humana, por encima de cualquier interés económico. Tal vez por esto es que consideramos que hay que acompañar esta iniciativa como un primer paso, que podría sembrar un antecedente en el país.
Hace pocos días, el Concejo Municipal de Bariloche prohibió el uso y la venta del glifosato. El órgano público entendió, por unanimidad, que es necesario poner límites a la utilización y comercialización del contaminante herbicida. En la argumentación se hace referencia a estudios especializados del Conicet que comprueban que el químico produce graves “malformaciones” y es dañino para la salud. La utilización de glifosato en 40 hectáreas de Península San Pedro despertaron la preocupación en la ciudad de Bariloche el año pasado, por las graves consecuencias que acarrea para la salud.
El glifosato es comercializado como Roundup y pertenece a la compañía ‘Monsanto’, líder mundial del agro negocio y que fue multada en Europa. Es un herbicida no selectivo de amplio espectro, desarrollado para eliminación de hierbas y de arbustos, en especial los perennes.
La soja transgénica y el uso de glifosato fueron permitidos en nuestro país hace 15 años en un trámite exprés, y en base estudios de la propia empresa ‘Monsanto’.
El lunes 25 de marzo de 1996, el entonces Secretario de Agricultura, Felipe Sola, aprobó el expediente que iba a modificar radicalmente la estructura agropecuaria de Argentina. Luego de un trámite que sólo llevó 81 días, el funcionario (hoy Diputado Nacional) firmó la resolución 167 que autorizó la producción y comercialización de la soja transgénica, con uso de glifosato.
Actualmente en todo el país se levantan voces en contra del uso de este químico, que causa enfermedades y provoca hasta la muerte de las personas. Tal es así que la Justicia de Chaco, Santa Fe, y Córdoba están prohibiendo o limitando su uso. En Entre Ríos se está debatiendo una ley que permita establecer claros límites para que no se siga dañando a la salud y al medioambiente. Por su parte, el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (SENASA) revolvió realizar el 21 de junio una consulta pública de prohibición total del uso, importación, elaboración y formulación del principio activo endosulfán y sus productos formulados. El “objetivo del proyecto es acompañar la normativa internacional dictada al respecto, atendiendo a la preservación de la salud humana, animal y del ambiente”. es necesario que toda la población se entere de los daños irreversibles del químico, y las intenciones nefastas de la empresa ‘Monsanto’ en el mundo.
Hace pocos días, el Concejo Municipal de Bariloche prohibió el uso y la venta del glifosato. El órgano público entendió, por unanimidad, que es necesario poner límites a la utilización y comercialización del contaminante herbicida. En la argumentación se hace referencia a estudios especializados del Conicet que comprueban que el químico produce graves “malformaciones” y es dañino para la salud. La utilización de glifosato en 40 hectáreas de Península San Pedro despertaron la preocupación en la ciudad de Bariloche el año pasado, por las graves consecuencias que acarrea para la salud.
El glifosato es comercializado como Roundup y pertenece a la compañía ‘Monsanto’, líder mundial del agro negocio y que fue multada en Europa. Es un herbicida no selectivo de amplio espectro, desarrollado para eliminación de hierbas y de arbustos, en especial los perennes.
La soja transgénica y el uso de glifosato fueron permitidos en nuestro país hace 15 años en un trámite exprés, y en base estudios de la propia empresa ‘Monsanto’.
El lunes 25 de marzo de 1996, el entonces Secretario de Agricultura, Felipe Sola, aprobó el expediente que iba a modificar radicalmente la estructura agropecuaria de Argentina. Luego de un trámite que sólo llevó 81 días, el funcionario (hoy Diputado Nacional) firmó la resolución 167 que autorizó la producción y comercialización de la soja transgénica, con uso de glifosato.
Actualmente en todo el país se levantan voces en contra del uso de este químico, que causa enfermedades y provoca hasta la muerte de las personas. Tal es así que la Justicia de Chaco, Santa Fe, y Córdoba están prohibiendo o limitando su uso. En Entre Ríos se está debatiendo una ley que permita establecer claros límites para que no se siga dañando a la salud y al medioambiente. Por su parte, el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (SENASA) revolvió realizar el 21 de junio una consulta pública de prohibición total del uso, importación, elaboración y formulación del principio activo endosulfán y sus productos formulados. El “objetivo del proyecto es acompañar la normativa internacional dictada al respecto, atendiendo a la preservación de la salud humana, animal y del ambiente”. es necesario que toda la población se entere de los daños irreversibles del químico, y las intenciones nefastas de la empresa ‘Monsanto’ en el mundo.
Por Sergio Giachino
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