Olimpíadas Matemáticas
Tres alumnos de la ciudad compitieron en la finales
Tres niños de la ciudad llegaron a la final nacional de la XIII edición de los “MateClubes”, competencia de alcance nacional organizada por las Olimpiadas Matemáticas Argentinas (OMA).
La final de los diversos niveles que posee la competencia se realizó los días 8, 9 y 10 de abril en la ciudad de Tanti, provincia de Córdoba.
Es relevante destacar que de un total de 572 “Mateclubes” de todo el país, cada uno de los cuales está formado por equipos de tres personas, que participaron en el 1º nivel solo llegaron 18 grupos a la final.
Uno de ellos fue el equipo conformado por Jeremías Vaena, Matías Cigliutti y Fidel Pouler compañeros de sexto grado del Instituto “Luis María Bettendorf”.
Para llegar a la instancia final estos tres apasionados de las matemáticas debieron sortear las etapas local, zonal y regional.
La competencia consistió en resolver -en dos horas- tres problemas matemáticos y de ingenio. Se trata de exámenes complejos que requieren un alto nivel de concentración y dedicación. El equipo local resolvió de manera correcta dos de ellos y no tuvo tiempo de resolver el tercero por lo que trajeron a la ciudad una mención.
Con diplomas y muy contentos por la experiencia vivida en Córdoba los tres alumnos del Instituto “Luis María Bettendorf” regresaron a la ciudad y ya están pensando en comenzar a prepararse para participar este año en el Nivel 2 de los “MateClubes”.
“De todas las asignaturas de la escuela las que más nos gusta es matemática… y el recreo”, destacaron a coro Jeremías, Matías y Fidel.
Estas competencias son importantes no solo porque promueven el pensamiento matemático sino porque también generan entusiasmo en los estudiantes, que encuentran en esta metodología una manera diferente y divertida de aprender y de competir sanamente, entre otras muchas experiencias enriquecedoras.
Según lo que pudieron conocer los alumnos de la ciudad, al estar en contacto con chicos de otras provincias, es que en muchos casos a los niños se les brinda un gran apoyo -ya sea desde el establecimiento educativo al que asisten o desde otras áreas- proporcionándoles incluso maestros particulares que los preparan para la competencia.
La situación es diferente en la ciudad, donde al parecer el incentivo de las familias y el propio esfuerzo de los chicos son los principales motores que fomentan la participación en este tipo de competencias.
Es relevante destacar que de un total de 572 “Mateclubes” de todo el país, cada uno de los cuales está formado por equipos de tres personas, que participaron en el 1º nivel solo llegaron 18 grupos a la final.
Uno de ellos fue el equipo conformado por Jeremías Vaena, Matías Cigliutti y Fidel Pouler compañeros de sexto grado del Instituto “Luis María Bettendorf”.
Para llegar a la instancia final estos tres apasionados de las matemáticas debieron sortear las etapas local, zonal y regional.
La competencia consistió en resolver -en dos horas- tres problemas matemáticos y de ingenio. Se trata de exámenes complejos que requieren un alto nivel de concentración y dedicación. El equipo local resolvió de manera correcta dos de ellos y no tuvo tiempo de resolver el tercero por lo que trajeron a la ciudad una mención.
Con diplomas y muy contentos por la experiencia vivida en Córdoba los tres alumnos del Instituto “Luis María Bettendorf” regresaron a la ciudad y ya están pensando en comenzar a prepararse para participar este año en el Nivel 2 de los “MateClubes”.
“De todas las asignaturas de la escuela las que más nos gusta es matemática… y el recreo”, destacaron a coro Jeremías, Matías y Fidel.
Estas competencias son importantes no solo porque promueven el pensamiento matemático sino porque también generan entusiasmo en los estudiantes, que encuentran en esta metodología una manera diferente y divertida de aprender y de competir sanamente, entre otras muchas experiencias enriquecedoras.
Según lo que pudieron conocer los alumnos de la ciudad, al estar en contacto con chicos de otras provincias, es que en muchos casos a los niños se les brinda un gran apoyo -ya sea desde el establecimiento educativo al que asisten o desde otras áreas- proporcionándoles incluso maestros particulares que los preparan para la competencia.
La situación es diferente en la ciudad, donde al parecer el incentivo de las familias y el propio esfuerzo de los chicos son los principales motores que fomentan la participación en este tipo de competencias.
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