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El observatorio

Inflación e inseguridad

Inflación e inseguridad

Ya no quedan dudas: dos factores esenciales quitan el sueño a los moradores de la Rosada en la antevíspera de un año electoral que, por sinuoso, desvela también a la Presidente que no puede recuperar la calma.


La primera cuestión se refiere a la inseguridad, la que pone al pone al país casi de rodillas ante el embate de una delincuencia que, por falta de códigos, nos pone a todos nerviosos y al borde de la histeria colectiva ante un cúmulo de evidencias que están demostrando que la autoridad ha perdido el control de la situación. Lo otro factor que amenaza al poder gobernante ¡y cuánto! Es el fenómeno de la inflación que puede arrinconar a todo el Gobierno en un callejón sin salida para angustia de los 40 millones de argentinos.

Ataque a la propiedad privada

Mientras los ciudadanos y las empresas sólo pueden aumentar su nivel de gastos si los trabajadora incrementan sus salarios o su rentabilidad los empresarios, a través del endeudamiento o de la venta de sus activos, los gobiernos tienen a su merced una herramienta adicional y altamente distorsiva, como es la “creación” de dinero. Pero lo que es imposible de evitar es la consecuencia de tal práctica: me refiero a la caída del poder de compra de la moneda, que posteriormente se refleja en el aumento generalizado de precios, como viene ocurriendo de un tiempo a esta parte. Una prueba de ello es el brutal aumento de las frutas y verduras.
Tal situación hace que, paradójicamente, el que gasta más (el sector público) transfiere el costo de esta acción sobre las espaldas de la ciudadanía (el sector privado), que siente como cada día sus ingresos pueden comprar menos bienes y servicios. Una rápida mirada sobre la evolución del gasto publico nacional me permite y nos permite observar una cuadruplicación del mismo comparando los números del 2010 respecto del 2003.
Como se ha sostenido desde siempre, la inflación es uno de los impuestos más distorsivos habida cuenta que altera las señales del complejo sistema de precios. Lo más grave de todo es que se trata de un fenómeno que afecta especialmente a los sectores de ingresos fijos y , por ende, con menor capacidad de reaccion de defensa ante un escenario tan peligroso. El deterioro en la Argentina de indicadores sociales tales como población bajo la línea de pobreza es un síntoma claro de tal situación o estados de cosas
El hecho de que podamos comprar cada día menos con el mismo dinero es, sin dufa el indicador más claro de que la inflación no es otra cosa que un impuesto a la actividad privada.
Una lenta y sostenida y continua sustracción que, fuego lento, atenta contra el nivel y calidad de vida de los argentinos.
Estando en un año electoral, se torna necesario, imprescindible, que la cuestión inflacionaria se puesta, si o sí, sobre la mesa de debate, y se la reconozca como un grave problema y se implemente cuanto aquellas soluciones que, sin ser mágica, permitan terminar con este flagelo social y con esta perversa fuente de financiación del sector público.

Milanesas para todos

¡Singular descubrimiento de nuestra Presiente!: tras probarlas con sus hijos. Cristina ha llegado a la asombrosa conclusión que no hay mejor comida que la milanesa. En razón de ella lanzó el eslogan ¡Milanesas para todos”, al tiempo que anunció que a partir del próximo lunes todo el mundo pagará 20 pesos el kilo de milanesa. Pero no explicó como haremos los argentinos para comprar la carnaza a tan bajo precio. ¿Tendremos que ir al Mercado Central para conseguir la pulpa tan barata?
Aquello me trae a la memoria aquel otro anuncio de que había que consumir carne de cochinillo porque era afrodisíaca. Desde ese mismo momento la carne de cerdo se fue por las nubes.
Después nos vendió el caramelito de la canasta navideña al módico precio de 9 pesos. No la vimos por ninguna parte esa oferta, péro la Presidente se gano el premio Nobel “a la mentira”.
Me pregunto ¿cuál será la próxima?

Viento en popa

Pero en otro orden de cosas, todo sigue viento en popa para Cristina, que pese a algunas algunas encuestas favorables, todas de origen oficial por supuesto, la dan ganadora en primera vuelta, no decidió aún si se postulará para la reelección. Yo pienso que es un hecho.
Las dudas nacen, se los comenté la semana pasada, en el hecho que si bien las encuestas oficiales le otorgan el triunfo en primera vuelta, nadie se atreve a asegurarle que no habrá segunda vuelta. Y esto le quita el sueño porque un balotaje podría significar el fin político del kirchnerismo.
Pero otras cuitas desvelan a Cristina y que vieron la luz la semana pasada: se trata de un despido en la Casa Rosada, según reveló la revista “Noticias”. Es que por su orden se expulsó a una señora de apellido Quiroga, que no sólo habría sido secretaria de Néstor Kirchner sino que los habría unido una intensa amistad. Ello y decir que el Néstor dejó dos viudas sería la misma cosa.
El gran temor de los Kunkel, De Vido y Fernández y demás es que esa buena señora salga a contar su historia, ya que no se descarta que muchos quieran comprarla. Esta eventualidad quita el sueño en Olivos, ya que una mujer despechada es siempre un peligro latente y con más razón en pólítica donde tantos intereses están en juego…

El repunte de Macri

Una encuesta difundida ayer, dio cuenta de un singular repunte en las intenciones de voto para Mauricio Macri. Según el encuestador Cristina y el Jefe de Gobierno de la CABA liderarian la situación electoral con miras a octubre, aunque ninguno de los dos ganarían en primera vuelta.
Paralelamente, se supo que, pese a los “números” que se están conociendo y que aun preocupado por el jueguito de las colectoras con el rechazo de varios intendentes del Gran Buenos Aires, Daniel Scioli se mantiene expectante y tranquilo.
Pese a que sabe que desde Olivos le “están tirando con todo –también a Macri, qué curioso-Scioli sonríe y espera, actitud que algunos allegados lo atribuyen a que el gobernador bonaerense algo sabría sobre el destino de Cristina, circunstancia que lo ha llevado a confirmar sus pretensiones presidenciables pese a que los propios kirchneristas han dejado trascender que “A Scioli no la da el cuero para sentarse en el sillón de Rivadavia”
Lo que sí habría enfurecido a ciertos habitantes de la Rosada y de Olivos, por supuesto, es posibilidad cierta de una fórmula Macri-Reutemann.
También es motivo de zozobra en los ámbitos del kirchnerismo ha sido la intempestiva renuncia del presidente de la UIA. Es que, por lo bajo, se cuchichea, que Méndez quiere irse a causa de los aprietes de Boudou y Aníbal Fernández a lo máximos responsables de la actividad industrial argentina. Techint, entre otras, en la mira del desorbitado Guillermo Moreno…

Hasta el viernes
El VIGIA










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