¿Fútbol para todos o para pocos?

Fue así que con la complicidad de Julio Grondona nació “Fútbol para Todos” que ya le cuesta a los argentinos un millón de pesos mensuales, ya que al fracasar el intento de captar una voluminosa cartera de avisadores el Jefe de Gabinete financia las trasmisiones televisivas con el bolsillo de todos nosotros. Dicho de un modo más claro, con el dinero de los pobres se paga a los millonarios del fútbol.
Pero el engendro “fútbol para todos” justificó la aparición de misteriosas ONG creadas con la secreta misión de financiar los viajes de los barrabravas a Sudáfrica. Pero estas ONG no serían tales sino un invento político para ocultar el verdadero origen de los fondos que han permitido el viaje de los violentos de los tablones, muchos de los cuales fueron expulsados de Pretoria y otras ciudades sudafricanas por sus antecedentes penales. Es decir, una nueva vergüenza a los ojos del mundo.
Pero “Fútbol para todos” ha dejado al desnudo lo inconcebible: en Pretoria, un hincha perdió la vida en circunstancias por ahora desconocidas, pero su cadáver no puede ser devuelto al país porque la ONG –o sea el Gobierno. que lo llevó a Sudáfrica argumenta carecer de recursos para traer los restos del infortunado hincha en tanto que la Chancillería, través del Consulado en Pretoria, aduce no disponer de una partida para extraditar el cadáver, mientras los deudos del hombre muerto desesperan.
A “Fútbol para todos” se le ha caído la careta, porque tanto la AFA como el poder político que conformó el gran contubernio mediático se lavan las manos y aducen tener nada que ver con el gran negociado televisivo que es un simple pretexto para cazar incautos.