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Diario El Argentinoviernes 26 de abril de 2024
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A once años de la desaparición de López, hubo marchas y un reclamo por Maldonado

A once años de la desaparición  de López, hubo marchas y un  reclamo por Maldonado

Familiares, militantes de organismos de derechos humanos y agrupaciones de izquierda se movilizaron ayer en distintos puntos del país al cumplirse 11 años de la desaparición de Jorge Julio López y el reclamo por el testigo se fusionó con el pedido por Santiago Maldonado, de quien no se sabe nada desde el pasado 1 de agosto.


 

 

 

Rubén López, hijo del Julio López, encabezó el acto que tuvo lugar en La Plata, donde se leyó un documento y se reclamó justicia por el testigo y la aparición del artesano.

"Este aniversario nos encuentra preguntándonos dónde está Santiago Maldonado", afirmó el hijo de López, quien fue visto por última vez el 18 de septiembre de 2006, tras declarar en un juicio por delitos de lesa humanidad contra el ex policía bonaerense Miguel Etchecolatz.

En línea, el hermano de Santiago Maldonado, Sergio Maldonado, encabezó una actividad en Esquel, Chubut, donde se pidió por el joven platense y se homenajeó a López.

"A 11 años de que mi viejo no está no tenemos ninguna información y la Justicia no nos brinda lo que necesitamos: no sabemos si es porque no pueden o porque no los dejan", sostuvo Rubén López en declaraciones a la prensa, antes de la lectura del documento final.

El hombre volvió a apuntar "al entorno" del represor Etchecolatz por el presunto secuestro de su padre, aunque agregó: "A 11 años del inicio de la investigación no tenemos nada, más que sospechas".

"Creemos que desde el entorno de Etchecolatz hicieron esta desaparición, pero todo sigue siendo una incógnita. Quizás con todo este escándalo de Maldonado alguien aporte ahora información sobre mi viejo", agregó el hijo del testigo.

Justamente, la desaparición de López en 2006 se dio en el marco del juicio en el que se presentaba como querellante y testigo clave, y en el que había relatado el horror de la aplicación de tormentos y asesinatos contra detenidos en el "Pozo de Arana", el sitio platense donde se montó un centro de detención clandestina.

Etchecolatz, quien al cabo de ese juicio recibió la pena de reclusión perpetua y fue alojado en el Hospital Penitenciario de Ezeiza, se convirtió en el primer sospechoso de la desaparición de López.

En tanto, agrupaciones políticas de izquierda junto al Encuentro Memoria Verdad y Justicia encabezaron una movilización desde el Congreso hasta Plaza de Mayo por el aniversario de la desaparición del albañil.

El legislador del Frente de Izquierda Marcelo Ramal afirmó que "la causa por la desaparición de López se transformó en un monumento al encubrimiento y la impunidad", al considerar que "se evitó por todos los medios avanzar sobre la pista del Estado y el aparato represivo que el propio López había denunciado en los juicios".

A su turno, el dirigente del Partido Obrero Néstor Pitrola expresó: "Estas movilizaciones son la continuidad de las movilizaciones del 24 de Marzo, contra el 2x1 y de la enorme concentración por Santiago Maldonado del 1 de septiembre y refuerza la lucha por su aparición con vida".

   En 11 años, la investigación por el paradero de López no logró encaminarse y fue marcada por una pista falsa tras otra, dejando en evidencia el fracaso de la Justicia y el poder político de saber qué pasó con el "primer desaparecido en democracia".

   Del desconcierto inicial, cuando hasta se llegó a especular con que podía estar perdido, se sucedieron interminables rastrillajes que no arrojaron resultados y se barajaron hipótesis de lo más variadas, que tampoco lograron echar luz sobre lo que realmente sucedió con el testigo.

   El último en ver a López fue su hijo, Rubén, quien lo despidió el domingo 17 de septiembre de 2006 por la noche después de cenar y ambos acordaron encontrarse al día siguiente, antes de la audiencia de los alegatos del juicio contra Etchecolatz.

   El proceso contra Etchecolatz, exdirector de Investigaciones de la Policía de la Provincia de Buenos Aires, fue emblemático para la historia del país por haber sido el primero tras la derogación de esas leyes y también porque la Justicia reconoció la existencia del delito de genocidio.


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