Ruidos molestos que no disminuyen
El tema de los ruidos molestos se viene repitiendo con insistencia en este espacio y su vigencia habla de que es escasa la conciencia real que se ha tomado al respecto y también de que es poco lo que se ha hecho para controlar esta situación.
En toda la ciudad, tanto en el centro como en los barrios alejados, circula a diario un número importante de vehículos, motos y ciclomotores que producen sonidos ensordecedores con sus caños de escape y que dificultan no solo el descanso sino cualquier tipo de actividad que se desee hacer. Esto sin mencionar a las personas que se encuentren internadas en algunas de las clínicas céntricas o el hospital porque realmente muchas veces el sonido es insoportable y hace perder la paciencia.
Se ha señalado en más de una ocasión que este tipo de vehículos y motos –con escapes libres- están prohibidos y esto se debe a que realmente provocan ruidos muy molestos para los vecinos, más allá de lo contaminante que también pueden resultar. Pero sin embargo muchas veces se las ve circular frente a los propios agentes de tránsito sin que nadie los detenga.
Y eso no es todo, existe otra “moda” muy molesta y es la que han adoptado muchos dueños de ciclomotores que, con el afán de “tunear” sus motos, le colocan parlantes con la mayor potencia sonora posible y se pasean escuchando música tan fuerte que los vidrios de las viviendas tiemblan.
Sin duda que es necesario un mayor control de decibelímetros en automotores, motos y ciclomotores y que los agentes de tránsito hagan cumplir lo que exige la Ley Nacional de Tránsito.
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