Mujeres que hacen cosas... Carolina Butteri: Para ella, el maquillaje es un estilo de vida

POR SILVINA ESNAOLA

DIARIO EL ARGENTINO

 

Carolina Butteri contó que si bien la mayoría de las veces trabaja con su hermano, tuvo la oportunidad de hacerlo en forma independiente hace dos años, “cuando me llamaron de O ´Bahía para caracterizar a cinco personajes. Erna Peverelli me encargó caracterizar cinco personajes con prótesis. Y en total fueron diez en todo el verano.”

 

-Cuando hablamos de maquilladores, pensamos en resaltar o disimular características, envejecer, endurecer, engordar o adelgazar caras ... ¿pero por qué prótesis?

“Eso está más ligado a los efectos especiales. Se usa mucho para cine y teatro. Me recibí en el Instituto del Teatro Colón de caracterizadora teatral. Estudié maquillaje, historia del arte, escenografía, peluquería, que no es sólo peinar sino crear y hacer pelucas. Es una carrera que te da la oportunidad de hacer pasantías. Yo tuve la mía en “Aída”, que se dio en el Colón y gracias al Instituto pude participar, caracterizando al ballet estable del Colón, entre otras pasantías más. 

 

-¿Siempre hacés este tipo de maquillaje o hacés todo?

“Me gusta hacer todo. Aunque me inclino más para la caracterización teatral, lo artístico, los efectos. Y  como suelo cargar mucho color, mucho brillo, termino haciendo el maquillaje social para el carnaval, para los integrantes”.

 

-Entonces el fuerte tuyo es el carnaval....

“Inevitablemente. Adrián está en Marí Marí desde 2002, crecí en ese taller y me encantaba ver todo eso. En 2011 Marí Marí  presentó "Fobo",  que tuvo mucho maquillaje artístico. Fui modelo de maquillaje y aprendí de materiales, pinceles, y al tiempo empecé a experimentar en el maquillaje...”

 

-Primero lo hiciste y después te puliste estudiando...

-Es que nunca fue el objetivo “voy a ser maquilladora”.

 

-¿Cuál era el objetivo?

“Me gusta mucho la psicología. Y me negaba a ser artista cuando era chica, porque sentía muy fuerte la presión social por ser hermana de Adrián.

Esto creo, me inhibió y pensaba que no estudiaría arte, un poco también por hacer la contra.....

Aún así, conseguí  maquillaje, un pincel, comencé a dibujarme los brazos y terminaba en mi cara. Tenía dos tonos: blanco y negro, y empecé haciendo calaveras, porque dentro de lo artístico me gustaba   hacer terror...”

“Internet me sirvió un montón. Comencé a investigar por mi cuenta y después de un tiempo decidí hacer un curso con Sebastián Benedetti y luego estudié en el  Instituto Superior de Arte del Teatro Colón.

 

Pero hay más, porque la primera vez que estuvo  en un equipo de maquillaje fue con Gervasio Larrivey,  en 2015.

“A mediados de 2014 empecé a experimentar y  él me convocó a su equipo. Ahí arranqué. El segundo año, por complicaciones de Gervasio se dividió el equipo, así que yo coordinaba el área de artístico y una colega, el maquillaje social. Al año siguiente, empecé a coordinar todo sola...”

 

-Dijiste que utilizás prótesis para maquillar, o sea, ya no resaltás u ocultás, sino que cambiás la fisonomía de una cara... ¿Cómo es esto?

 “Una prótesis se caracteriza porque le sirve sólo a esa persona de la que tomás la réplica del rostro. Tomo la impresión y tengo el rostro, el positivo, y veo qué quiero reformar. Una vez que lo sé,  armo con una masilla de cera lo que quiero de prótesis. Tomo  un molde de esto, relleno con espuma de látex y se cocina. Se desmolda y ya está listo para pegar y empatar (adherir sin marcas visibles, logrando un “empate” entre piel y prótesis), después maquillás y queda”.

Así dicho parece muy sencillo, pero en esto intervienen incluso conocimientos de mecánica dental, cuando Carolina debe ponerle colmillos a sus personajes,  y varios procedimientos similares.

 

-Y al maquillar, ¿cómo lográs que piel y látex queden iguales?

“Suele ser un problema, pero se arregla con el maquillaje cremoso, con buenos productos y una cobertura fuerte”.

 

- La persona gesticula libremente?

“Sí, porque las prótesis están bien pegadas. Se pide que ayude, no haciendo movimientos bruscos, pero no más que eso”, dijo y agregó  que se pueden ver en el corsódromo, cuando pasan, por ejemplo, Don Carnal y Doña Cuaresma.

 

Carolina vino a la entrevista para hablarnos de maquillaje artístico. Pero lo hizo con su pelo de color violeta, los ojos delineados, un par de tatuajes en brazos y dedos, las uñas esmaltadas, lo que nos hizo preguntarle si todo esto en conjunto, puede ser entendido como su maquillaje propio.

 “Me encanta. Llega un punto en que es terapéutico, por lo menos para mí. Podría salir a cara lavada, pero es como que necesito en el día aunque sea delinearme...

Todo termina yendo por lo visual, para mí. Trato de combinar. Desde que tengo el pelo violeta trato de tener cosas de ese color...” dijo mostrando unos auriculares.

 

-¿El pelo violeta es por algo especial?

-Hace dos años tengo el pelo violeta. Antes pasé  por rojo, rosa, verde, azul; arranqué con las puntas y  se me fue de las manos: hoy es toda la cabeza de color. Fue un antojo con el que me sentí cómoda, identificada y me quedé con eso”.

 

-Sabés que tenés una apariencia poco convencional...

“En Gualeguaychú, sí.

 

-¿Por qué lo aclarás?

“Porque lo que aquí parece extraño,  en Buenos Aires  es súper tranquilo. Estuve allí, estudiando y  ves cosas mucho más extravagantes, geniales, pero acá  siempre está la persona que te mira raro o los que te hacen comentarios, buenos y malos  y no creo que sea lo apropiado sino más bien una falta de respeto que opinen sobe mi cuerpo. Y eso acá pasa mucho”, cuestionó, no obstante aclarar que en sus vínculos esto no le afecta  “porque soy muy transparente y en mi círculo tienen gustos similares...”

 

Como se ve, en ella el maquillaje es mucho más... “es un estilo de vida”, nos dijo bromeando con la posibilidad de estar dándonos un buen título.

 

Pasado el carnaval, Carolina Butteri comenzará a prepararse para participar de BuonaEstetika (sábado 6 y domingo 7 de junio, Parque norte) donde en dos ocasiones fue la ganadora en body painting (maquillaje corporal). Ahora regresará pero como expositora, para ofrecer una clase de iniciación a la caracterización teatral, algo que sabe porque lo estudió y porque también tuvo su etapa de autodidacta en esto.