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Diario El Argentinodomingo 21 de abril de 2024
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La Feria Agroecológica de Plaza Belgrano, un lugar de encuentro, de oportunidad y trabajo

La Feria Agroecológica de Plaza Belgrano, un lugar de encuentro, de oportunidad y trabajo

Todos los viernes de 7 a 12, en Plaza Belgrano (25 de Mayo, entre Moreno y Paraná), se arma la Feria Agroecológica. Las verduras y frutas, los plantines y otros productos naturales están libres de todo veneno, desde la elección de la semilla hasta la siembra y desde la cosecha hasta el tablón mostrador que llega a la mesa familiar transformada en sabores y saberes.


Por Nahuel Maciel

EL ARGENTINO

 

La Feria de Plaza Belgrano ha entablado ya todos los viernes una cita casi obligada con el vecindario. Y las familias del barrio e incluso de otros vecindarios que llegan de más lejos, saben que la Feria no se limita a un intercambio comercial y de trabajo, sino que también es un espacio para el encuentro y la relación social.

Quien visite esta feria, percibirá al instante que en ese espacio público se congregan actividades comerciales de bajo capital, o en todo caso, el mayor capital que se expone es el del trabajo propio, sin intermediarios.

Los puesteros llegan a la plaza en desvencijados automotores. Estacionan, y mientras bajan sus cajones de frutas y verduras del baúl y de los asientos traseros, se dan los buenos días entre ellos y en medio de esa primera faena matutina, se adelantan las novedades, especialmente las vinculadas a las verduras que ofrecerán en la jornada. Algunos puesteros van sacando sus cuentas “en el aire”, mientras acomodan la lechuga que todavía chorrea gotas de agua del regado tempranero.

Y terminan de ajustar los toldos y lonas del puesto que los guarecerán del implacable sol de la mañana, justo cuando los primeros “clientes” comienzan a asomar por la vereda de la plaza.

Algunos se bajan de sus automóviles, porque desde temprano llegaron para asegurarse la compra del día. “Es que la mercadería vuela al instante”, justifica una conocedora del movimiento de este mercado a cielo abierto.

Los vecinos acuden con sus bolsos de compras desde temprano. Además de inspeccionar la mercadería como expertos, comparten algún comentario de la jornada; se envían saludos a conocidos e incluso hasta se pasan recetas de algún alimento en base a los productos que se ofrecen en la feria. Claro que también se comparan precios, alguna señora hasta se anima a regatear y en ocasiones hasta hay vecinos que se sorprenden, a pesar de sus años, al conocer por primera vez alguna especie de verdura que nunca habían probado.

Esta Feria Agroecológica es articulada a través de la Unión de Trabajadores de la Tierra (UTT). Se trata de un colectivo de trabajo y cultura que está integrado por familias de pequeños productores y campesinos que pudieron organizarse y desde esa unión poder transformar y colaborar en la construcción de una mejor realidad cotidiana.

La agroecología no es solamente una producción sin venenos, sino plena de salud: es sana para la tierra que la produce y que ofrece luego sus frutos; es sana para quien la trabaja; es sana para quien la consume, y además está libre de trabajo explotado y especialmente de intermediarios, que siempre se quedan con el sudor ajeno.

Quien visite la Feria Agroecológica de plaza Belgrano no sólo accederá a alimentos sanos, sino que estará colaborando con una sociedad más justa y equilibrada.

Después de todo, la Gualeguaychú de las generaciones actuales –pero también la que vienen- no puede ser diseñada o construida sin tener en cuenta cómo se accede a un alimento sano, solidario y soberano.

Qué se produce en estas tierras; cómo es el sistema productivo que los rige; pero también cómo es el sistema de distribución de alimentos y a qué precios llegan a las mesas de los vecinos, debe ser un tema de permanente actualidad y estar inexcusablemente en la agenda pública local.

“Estoy feliz con esta feria. No sólo porque me queda cerca de casa, sino porque consigo productos de calidad, sin agrotóxicos. Y lo principal, aunque me traten como una loca: el tomate tiene gusto a tomate; la zanahoria cuando la rallo, inunda con su olor toda la cocina”, comparte esta señora que se aleja con paso lento, llevando en ambas manos sus bolsas llenas de verduras.

 

Ampliar, expandir, compartir

 

Se estará de acuerdo que la Salud, la Educación y el Trabajo son necesidades básicas de toda población organizada de manera colectiva, sin distinción de clases sociales. Por eso el Estado –siguiendo con este ejemplo- en esas tres necesidades básicas se organiza a través de Ministerios.

Sigamos el razonamiento. Nadie se opondrá a que la alimentación –como la Salud, la Educación y el Trabajo- también es una necesidad básica de toda sociedad.

Entonces, es llamativo que no exista un Ministerio de Alimentación, que articule las decisiones paras saber qué alimentos se producen, qué alimentos consume la población y a qué precio llegan esos alimentos a las mesas familiares.

Es cierto, alguien podrá argumentar que existe el Ministerio de Agricultura o similar denominación, según el gobierno de turno. Pero son estructuras para favorecer el agronegocio. Otros dirán que hay planes y programas de alimentación sana. Pero son eso, planes y programas. El Estado, llamativamente, nunca ha jerarquizado en su estructura a la alimentación como una necesidad similar a la Salud, la Educación y el Trabajo.

Por eso es necesario –hoy más que nunca- aquellas iniciativas nacidas para que todos sepan qué, cómo y por qué se está alimentando de determinada manera. En ese campo, Gualeguaychú lleva una ventaja: el Plan de Alimentación Sana Segura y Soberana (PASSS).

 

Se trata de una iniciativa del Estado Municipal vinculada a la alimentación y que busca dar respuesta en el ámbito del desarrollo local sustentable a la producción, comercialización y consumo de alimentos sanos, seguros y soberanos.

Entre sus principales definiciones se encuentran “la justicia distributiva de bienes y servicios eco sistémicos y productivos, a la participación democrática de todos los sectores y organizaciones de la sociedad, a la conservación y restauración de los sistemas ecológicos que sustentan la diversidad de la vida y a la rentabilidad del sector productivo para su sostenibilidad, diversificación y desarrollo”, se indica en su plataforma oficial. Y agrega: “Siendo los principios de precaución, prevención y de cuidado de las condiciones de vida de las actuales y futuras generaciones los pilares sobre los que se sostiene el Plan”.

La Feria Agroecológica de plaza Belgrano es parte de esa galaxia de valores. Por eso las autoridades también deberían analizar la posibilidad de que vaya rotando por los diferentes barrios o, mejor aún, desarrollar en distintas zonas de influencias diferentes ferias de modo que el acceso también se facilite. No hay que olvidar que la feria es, también por definición, un mercado próximo (lindante) y en favor del prójimo (vecino).

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