Secciones
Diario El Argentino
Secciones
Diario El Argentinoviernes 19 de abril de 2024
Colaboraciones

Refranes

Refranes

Avanzada la primavera europea, salí una mañana ligero de abrigo y regresé bastante maltrecho, muerto de frío y con temperatura. Pintaba calor, pero cambió antes de que pudiera regresar a buscar una campera. La casera madrileña me dijo: “hasta cuarenta de mayo no te quites el sayo”. Era 28 de mayo y aprendí que el calor de verano aparece recién después del 10 de junio. En esa época se casaba una de las infantas reales con un muchacho de clase media y la misma señora sentenció: “amor loco, si ella es mucho y tú eres poco”.

Con el correr de los años, me ocupé de anotar los dichos que escuchaba en boca de la gente de Castilla especialmente y hoy querido lector le quiero mostrar algunos desopilantes y otros sabios. Aquí corre el machismo, el racismo y todos los ismos que Ud. quiera, porque estos viejos adagios vienen, algunos de la edad media. No soy quién para evaluarlos ni para corregirlos; solamente los disfruto porque son literatura de la mejor.

“A la leche nada le eches, pero la leche caliente, en invierno le dice al aguardiente: ¡déjate caer, valiente!”; “yo te enseñé a mear y tú me quieres ahogar”: “mal hace el enfermo que nombra heredero al médico”;” el cuchillo del que te parte el pan, te dirá si te quiere bien o te quiere mal”.

A veces pienso que los refranes acompañan a vivir, son como palabras sanadoras, que aparecen algunas veces en malos momentos para recordarte que otros los pasaron también y siguieron adelante: “lágrimas con pan, en poco tiempo se van”. Duros con la muerte, los castellanos tienen un dicho al salir de los entierros: “el muerto al hoyo y el vivo al bollo”.

“La enfermedad del tordo: la carita flaca y el culito gordo”, me dijo una vez una amiga que tenía ese problema con su físico, pero me lo dijo consolada, asumida, como si esas palabras la liberaran. El triunfo de la fea inteligente: “me dijiste que era fea, me pusiste una corona, más vale fea con gracia que no bonita y bobona”.

Cuando anunciaron el nacimiento de su nieto, un matrimonio me dijo: “dos volverse tres, fácil es”. Ante el nacimiento de un niño sin padre, las malas lenguas suelen decir: “¿de quién será el majuelo? se sabrá cuando muera el abuelo”.

Para todo, los castellanos tienen una sentencia: “compra de quien heredó, no compres de quién compró, que sabe lo que le costó”. “El oro en el pobre, parece cobre”;”la belleza es media dote”.

Cuando un hombre mayor se casa con una chica joven, se pueden escuchar filosos comentarios. Yo recogí uno en una boda de pueblo y jamás lo olvidé: “viejo que se casa con mujer moza, o pronto el cuerno, o pronto la losa”. Otro hallazgo sobre el mismo tema: “caída, casamiento y catarro, son tres ces que mandan al viejo a mascar barro”. ¡Jajaja!....

Yo acepto que estos proverbios cortan grueso. La vida de las personas es mucho mas sutil que una sentencia cerrada; sin embargo, hay una belleza conmovedora en esas rimas.

“Padre aventurero, hijo caballero, nieto pordiosero”; ”el mal de ojos se cura con los codos”;”no lo alumbremos tanto que quemaremos al santo”

Capítulo aparte merecen los refranes clásicos, que Cervantes pone en el Quijote como pedrería fina sobre un vestido: “ darle tiempo al tiempo, que no se ganó Zamora en una hora”; ”más vale al que Dios ayuda que al que mucho madruga”; “el vino demasiado ni guarda secreto ni cumple palabra”.

Con las viudas jóvenes, los refranes se multiplican. Como la mayoría de los casamientos del pasado solían ser arreglados sin escuchar la opinión de los contrayentes, la muerte del marido, significaba liberación: “la viuda rica, con un ojo llora y con el otro repica”; “la viuda que se arrebola, por mi fe que no duerme sola”; “viuda moza que mucho llora, tiene llanto para una hora”; “la viuda joven, en su cama, al muerto llora y por un vivo clama”.

Los refranes relativos al clima, tan importante para las cosechas, capaz de traer miseria o bienestar: “setiembre, o seca las fuentes o se lleva los puentes”; ”con el mal tiempo desaparecen los falsos amigos y las moscas”; ”cuando marzo mayea, mayo marcea”(esto se refiere al tiempo loco, si en marzo hace calor, seguramente en mayo hará frío);”agua de San Juan, quita vino y no da pan” (festividad del mes de junio);”dice mayo a abril: aunque te pese, me he de reír” (aunque en abril haga todavía mal tiempo, mayo es todo luz y sol).

Me despido, querido lector con un refrán enigmático, muy dicho en España, que puede interpretarse de muchas formas: “en la boda de Robles, ni faltó, ni sobró, ni hubo bastante”. Pipo Fischer

    ComentariosDebés iniciar sesión para poder comentar