Damián Marino: “Hay más glifosato en nuestros ríos que en la tierra”
El Doctor en Ciencias Exactas e Investigador del CONICET, Damián Marino, fue uno de los expositores en el proceso de debate de la ordenanza de Glifosato Cero. "Estamos ante un modelo productivo desmadrado, hay que cambiar y el Estado debe promover ese cambio", expresó.
El Dr. Damián Marino, especializado además en química orgánica y docente investigador de la Universidad Nacional de La Plata, mantuvo un encuentro con los concejales de la ciudad en el marco de la elaboración de los proyectos de ordenanza para la regulación del uso de agroquímicos y la prohibición del glifosato en el ejido de Gualeguaychú.
“Cuando sabemos que alrededor de 400 millones de litros de plaguicidas se aplican por año, cuando pensamos que en los últimos 10 años se vertieron más de mil millones de litros de glifosato, es algo que nos cuesta imaginarnos, o representarnos", inició su exposición apuntando también sobre el carácter particular de la dinámica ambiental, la movilidad de las moléculas de estos compuestos químicos en los diversas esferas de la vida (agua, tierra, aire) y su condición incontrolable.
"Las toneladas de compuestos, una vez que ingresan al ambiente, se mueven, se trasladan. Los mecanismos básicos dependen dos cuestiones fundamentales: las propiedades físico químicas de las moléculas, y las condiciones climáticas ambientales, dos cuestiones que son incontrolables"
Al respecto de la centralidad del glifosato como agente problemático y central en el debate, Marino explicitó “En Argentina se empezó con 3 litros por hectáreas de fumigación, y hoy en muchos lugares estamos en 15 litros. O el cultivo de algodón, que está en 40. Hay muchos agroquímicos, pero el glifosato es el eje troncal. Cuando hablamos del modelo productivo tenemos que entender que se trata de un modelo de base química. En ese entramado el más importante es el glifosato”.
“Hay más glifosato en nuestros ríos que en la tierra”
Marino es un activo investigador que ha participado de numerosos estudios; trabaja en el CIMA (Centro de Investigación de Medio Ambiente), de la Facultad de Ciencias Exactas de la Universidad Nacional de La Plata y forma parte a su vez de la Red de Seguridad Alimentaria del CONICET.
Durante el encuentro con los concejales Marino compartió a modo ilustrativo los resultados de diversos estudios sobre glifosato y agroquímicos realizados en ríos y arroyos, en terrenos fumigados, en plazas públicas, en galpones de acopio y comercialización, etc.
Uno estos fue el realizado en el río Paraná y sus afluentes, a partir del cual se realizó un monitoreo en 23 puntos, y que arrojó datos alarmantes para nuestra provincia. "Navegamos desde el Pilcomayo hasta su desembocadura en el Río de la Plata, tomando muestras en ríos y arroyos afluentes, del agua y sedimentos del fondo, para ver cómo se movilizaban los materiales. Y claramente pudimos ver que a partir de la provincia de Santa Fe y bajando empezaban a aparecer en los sedimentos concentraciones de glifosato." explica Marino. "La concentración era de 8 mg por Kg., lo cual es similar en proporción a la presencia que tienen otros contenidos básicos naturales, como el hierro. Por eso el glifosato es relevante. Que un contaminante, una sustancia sintética hecha por el hombre esté en el fondo del río al mismo nivel que otros componentes naturales es alarmante" agregó.
Cabe agregar que, según afirma Marino, dicha proporción es tres veces mayor a la que se encuentra en un campo sembrado por soja, lo que daría a su vez cuenta de la movilidad de los componentes. “Hay más glifosato en nuestros ríos que en la tierra” apuntó.
"El modelo productivo está desmadrado"
Uno de los temas recurrentes en las reuniones mantenidas con referentes de productores y ambientales es el de la promoción de buenas prácticas como alternativa a la prohibición del glifosato. “El de las buenas prácticas es un argumento de las grandes compañías para no poner en cuestión el modelo productivo. Y estamos ante un modelo productivo que está desmadrado"
Marino dejó en claro la importancia del rol del Estado en la promoción de este cambio, con medidas activas, con programas de incentivo y acompañamiento: “El desafío es promover políticas públicas para las generaciones que vienen. La situación ambiental realmente no da más. Por eso desde mi lugar lo que puedo decir es que hay otras formas de producción. Los productores y los agrónomos deben volver a relacionarse con la tierra, con el trabajo con la tierra".
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