José Gabriel del Rosario Brochero ya es santo por sus milagros
En la mañana de hoy se realizará el cierre de la Semana Brocheriana que, iniciada el sábado 16, se desarrolló en la localidad cordobesa de Villa Cura Brochero, diócesis de Cruz del Eje.
La clausura de esta Semana consistirá en una solemne celebración eucarística que presidirá el cardenal Mario Aurelio Poli con quien concelebrarán obispos y sacerdotes llegados de todo el país.
También hoy, el obispo de Quilmes, monseñor Carlos José Tissera, presidirá una misa en memoria del beato cura Brochero, en acción de gracias por su futura canonización, tras la confirmación del papa Francisco del segundo de los dos milagros que se le atribuyen y han sido analizados por comisiones dedicadas al tema. “El cura gaucho”, como le dicen todavía hoy en su Córdoba natal, será consagrado santo este año, probablemente en octubre.
La información del Vaticano consigna que en marzo, antes de la Semana santa y durante el desarrollo del consistorio de cardenales, el Papa comunicará al mundo la fecha y el lugar donde canonizará al cura Brochero, que se convertirá así en el primer santo totalmente argentino porque ya existe otro santo, san Héctor Valdivieso Sáez, nacido en Buenos Aires en 1910 pero que vivió en nuestro país apenas cuatro años, antes de viajar a España en 1914, donde fue asesinado veinte años después durante la Guerra Civil. Brochero evangelizó a lomo de mula a los paisanos de las sierras de Córdoba, fue proclamado beato el 14 de septiembre de 2013 en una ceremonia multitudinaria efectuada en la localidad cordobesa que lleva su nombre: Villa Cura Brochero. En aquella oportunidad, el presidente de la Conferencia Episcopal Argentina, monseñor José María Arancedo, leyó una carta en la que el papa Francisco destacó la figura del flamante beato como “pastor con olor a oveja” y aseguró que Brochero fue un “pionero” de la evangelización al llevar el mensaje de Cristo a las “periferias existenciales” y al hacerse “pobre entre los pobres”.
El Cura Brochero
José Gabriel del Rosario Brochero nació el 16 de marzo de 1840 en Santa Rosa del Río Primero, Córdoba. En sus comienzos como sacerdote, el cura Brochero, como le llaman sus fieles, se destacó por su entrega para socorrer a los enfermos y moribundos de la epidemia de cólera que azotó en 1867 a la ciudad de Córdoba.
Entre las tantas obras que lo tuvieron como impulsor y realizador, se destaca que este perfil solidario lo mantuvo hasta su vejez, cuando enfermó de lepra y debido a esto, renunció al curato y vivió unos años con sus hermanas en su pueblo natal. Pero respondiendo a la solicitud de sus antiguos feligreses, regresó a su casa de Villa del Tránsito, donde murió ciego el 26 de enero de 1914.
Los milagros
El proceso de canonización comenzó en la década de 1960. Fue declarado venerable por el papa Juan Pablo II en 2014 y el 10 de mayo de 2012, una junta médica declaró que la recuperación del niño Nicolás Flores, que había sufrido un accidente automovilístico en la provincia de Córdoba el 28 de septiembre de 2000, no tenía explicación científica. Su padre le había pedido a Brochero por la vida de su hijo. El 7 de julio de ese año se reunió una comisión de teólogos para observar el caso y se expidieron positivamente en forma unánime. En octubre, un encuentro de obispos y cardenales estudiaron todo el proceso canónico y sus conclusiones fueron elevadas al papa Benedicto XVI, que el 20 de diciembre firmó el decreto de beatificación que validaba el milagro.
El segundo milagro atribuido a Brochero, y el que lo convierte en el primer santo nacido y fallecido en la Argentina, fue el caso de la niña sanjuanina Camila Brusotti, que había sido golpeada por su madre y su padrastro, lo que le produjo un infarto masivo en el hemisferio cerebral derecho. Una junta de siete médicos consideró que su recuperación fue un hecho extraordinario y un tribunal eclesiástico de Roma lo definió como un milagro producto de la intercesión de Brochero.
También hoy, el obispo de Quilmes, monseñor Carlos José Tissera, presidirá una misa en memoria del beato cura Brochero, en acción de gracias por su futura canonización, tras la confirmación del papa Francisco del segundo de los dos milagros que se le atribuyen y han sido analizados por comisiones dedicadas al tema. “El cura gaucho”, como le dicen todavía hoy en su Córdoba natal, será consagrado santo este año, probablemente en octubre.
La información del Vaticano consigna que en marzo, antes de la Semana santa y durante el desarrollo del consistorio de cardenales, el Papa comunicará al mundo la fecha y el lugar donde canonizará al cura Brochero, que se convertirá así en el primer santo totalmente argentino porque ya existe otro santo, san Héctor Valdivieso Sáez, nacido en Buenos Aires en 1910 pero que vivió en nuestro país apenas cuatro años, antes de viajar a España en 1914, donde fue asesinado veinte años después durante la Guerra Civil. Brochero evangelizó a lomo de mula a los paisanos de las sierras de Córdoba, fue proclamado beato el 14 de septiembre de 2013 en una ceremonia multitudinaria efectuada en la localidad cordobesa que lleva su nombre: Villa Cura Brochero. En aquella oportunidad, el presidente de la Conferencia Episcopal Argentina, monseñor José María Arancedo, leyó una carta en la que el papa Francisco destacó la figura del flamante beato como “pastor con olor a oveja” y aseguró que Brochero fue un “pionero” de la evangelización al llevar el mensaje de Cristo a las “periferias existenciales” y al hacerse “pobre entre los pobres”.
El Cura Brochero
José Gabriel del Rosario Brochero nació el 16 de marzo de 1840 en Santa Rosa del Río Primero, Córdoba. En sus comienzos como sacerdote, el cura Brochero, como le llaman sus fieles, se destacó por su entrega para socorrer a los enfermos y moribundos de la epidemia de cólera que azotó en 1867 a la ciudad de Córdoba.
Entre las tantas obras que lo tuvieron como impulsor y realizador, se destaca que este perfil solidario lo mantuvo hasta su vejez, cuando enfermó de lepra y debido a esto, renunció al curato y vivió unos años con sus hermanas en su pueblo natal. Pero respondiendo a la solicitud de sus antiguos feligreses, regresó a su casa de Villa del Tránsito, donde murió ciego el 26 de enero de 1914.
Los milagros
El proceso de canonización comenzó en la década de 1960. Fue declarado venerable por el papa Juan Pablo II en 2014 y el 10 de mayo de 2012, una junta médica declaró que la recuperación del niño Nicolás Flores, que había sufrido un accidente automovilístico en la provincia de Córdoba el 28 de septiembre de 2000, no tenía explicación científica. Su padre le había pedido a Brochero por la vida de su hijo. El 7 de julio de ese año se reunió una comisión de teólogos para observar el caso y se expidieron positivamente en forma unánime. En octubre, un encuentro de obispos y cardenales estudiaron todo el proceso canónico y sus conclusiones fueron elevadas al papa Benedicto XVI, que el 20 de diciembre firmó el decreto de beatificación que validaba el milagro.
El segundo milagro atribuido a Brochero, y el que lo convierte en el primer santo nacido y fallecido en la Argentina, fue el caso de la niña sanjuanina Camila Brusotti, que había sido golpeada por su madre y su padrastro, lo que le produjo un infarto masivo en el hemisferio cerebral derecho. Una junta de siete médicos consideró que su recuperación fue un hecho extraordinario y un tribunal eclesiástico de Roma lo definió como un milagro producto de la intercesión de Brochero.
Este contenido no está abierto a comentarios