El milagro de los Balcanes

Parte II

Por Jorge Pedro Jurado

(Colaboración)

Estimados lectores, como un sueño casi imposible de creer hace un tiempo viajé con mi nieta mayor María Agustina a Croacia, con el propósito de visitar el Santuario de la Virgen de Medjugorje, vocablo que en croata significa 'Entre montañas', a continuación compartimos la segunda parte de esta mítica historia.

Volvamos por un instante a la iglesia de Me?jugorje que fue lo que primero visitamos. Es una parroquia relativamente moderna, sobria, situada en el centro de este poblado. Allí diariamente se celebran misas en varios idiomas y cuando llegamos comenzaba la correspondiente a la lengua croata.

El culto obviamente es igual a cualquier iglesia católica salvo el momento de la comunión ya que en lugar de desplazarse los fieles hacia el altar, es el oficiante y sus ayudantes quienes se acercan a los comulgantes que previamente se hallan de pie sobre el pasillo central perpendicular al altar. Les puedo confesar que fue muy emocionante seguir el culto obviamente en silencio y en nuestro español.

Había fieles de todo el mundo. Fuera del templo se hallan confesionarios, cientos de ellos con carteles que indican el idioma que habla el sacerdote que realiza ese sacramento. Detrás de la capilla se halla situado un gran escenario para cuando la cantidad de fieles excede lo que el templo permite, la misa se celebra al aire libre. Le consulto a personas allegadas a la iglesia acerca de la posición del Vaticano sobre estas apariciones y su comprobación, y nos explicaron que actualmente la Iglesia Católica expresa que hasta ahora no es posible afirmar el carácter sobrenatural de las mismas.

Sin embargo, las numerosas reuniones de fieles que, desde diferentes partes del mundo acuden a Medjugorje inspirados por motivos de fe, requieren la atención del obispo diocesano para que en Medjugorje y en todo aquello que esté relacionado con ello, sea promovida una sana devoción a la Virgen María.

La historia empezó el 24 de junio de 1981. Los niños que supuestamente fueron bendecidos con la visión de la Virgen María eran Ivanka Ivankovic de quince años, Mirjana Dragicevic de dieciséis, Vicka Ivankovic de diecisiete, Ivan Dragicevic de dieciséis, y dos más Ivan Ivankovic y Milka Pavlovic. Se dice que vieron a una mujer joven y bella con un niño pequeño en brazos. Que nada les dijo, pero les indicó con gestos que podían acercarse. Sorprendidos y algo asustados tuvieron miedo de hacerlo, aunque pensaron que se trataba de la Virgen.

Al día siguiente y otros más los niños siguieron yendo al lugar donde pudieron volver a contemplarla, dialogar con Ella y recibir Su mensaje. Se cuenta que Ella estaba sonriente y gozosa y Su belleza era indescriptible.

Cuentan los lugareños que algunas mujeres les aconsejaron llevar agua bendita con ellos para asegurarse de que no se trataba del demonio. Cuando estuvieron con la Virgen, una de las niñas habría echado el agua en dirección a la visión diciendo: “Si tú eres nuestra Madre bendita, por favor quédate, y si no, aléjate de nosotros”. La Virgen sonrió al oír eso y se quedó con ellos. Entonces fue cuando la niña llamada Mirjana le preguntó su nombre y la Virgen le respondió: “Soy la Bienaventurada Virgen María”.

Los mensajes de Nuestra Señora siempre se reiteraban diciendo: “Paz, paz, paz y sólo paz”, “¡La paz debe reinar entre el hombre y Dios, y entre todos los pueblos!”.

Cuentan que el día 28 de junio de 1981, el quinto día multitudes de todos los rincones iban agrupándose desde muy temprano reuniéndose casi quince mil personas. Ese mismo día el párroco, interrogó a los niños sobre lo que habían visto y oído en los días anteriores y al otro día los niños fueron examinados por médicos que diagnosticaron que estaban perfectamente sanos, según nos explicaron.

Relatan los fieles que ese día en la colina de las apariciones la multitud fue mayor que nunca. Tan pronto como los niños llegaron al lugar de siempre y empezaron a rezar, la Virgen apareció y les exhortó a tener fe diciéndoles: “La gente debe creer firmemente y no tener miedo”.

La policía empezó a poner trabas a los niños y a los peregrinos para subir al lugar de las apariciones y se prohibió subir a la montaña. La Virgen siguió apareciéndoseles en otros lugares. De esta forma, las apariciones en Medjugorje continuaron hasta el 15 de enero de 1982.

Cuentan que a partir de esa fecha los niños vieron a la Virgen en otros lugares. Relatan que la Virgen ha prometido comunicar a cada uno de los videntes diez secretos. Hasta el día de hoy tres de los videntes, Ivanka, Mirjana y Jackov han recibido sus diez secretos y no reciben ya la aparición cotidiana sino que una vez al año ven a la Santísima Virgen. En cambio, Vicka, Marija e Iván, que sólo recibieron nueve secretos continúan viéndola diariamente. Según Mirjana, que fue la primera en recibir los diez secretos, serán revelados al mundo por un cura franciscano el Padre Petar Ljubicic. Diez días antes del cumplimiento del secreto la vidente y el franciscano deberán ayunar pan y agua. El séptimo día, es decir tres días antes de su realización Mirjana le revelará al franciscano su secreto, quien lo anunciará al mundo según nos relataron los entendidos. El 25 de cada mes la Virgen dá a Marija un mensaje destinado al mundo entero. Ella lo escribe y se lo transmite a un franciscano de la parroquia de Santiago Apóstol que así se llama la parroquia, y posteriormente es traducido y publicado en distintos idiomas. Hasta el día de hoy más de treinta millones de peregrinos, incluyendo clérigos han visitado Medjugorje.

Debo confesarles queridos lectores que ha sido una experiencia emocionante nuestro viaje y luego de él hemos investigado el tema de las apariciones de la Virgen María y hallamos que en los veinte siglos de historia cristiana se cuentan alrededor de más de dos mil indicaciones relativas a apariciones que han tenido una cierta relevancia histórica. Las reconocidas por la Iglesia en los últimos dos siglos son sólo una docena. Entre ellas, las más importantes son Guadalupe, en México (1531); Rue du Bac, en París (1830); La Salette, en Francia (1846); Lourdes, en Francia (1858); Fátima, en Portugal (1917); Banneux, en Bélgica (1933); Ámsterdam, en Holanda (1945); Akita, en Japón (1973) y Kibeho, Ruanda (1981).

Ahora bien, nos preguntamos cuál es la actitud de la Iglesia frente a estos fenómenos y debemos confesar que es extremadamente prudente. Si considera que existen los presupuestos designa una comisión que investiga los casos.

Preguntado por quien esto escribe a un sacerdote de la parroquia acerca de los criterios utilizados para determinar la autenticidad de una aparición nos dijo que la credibilidad de los videntes jamás debe ser contradecida pero sus relatos deben coincidir y ser reconocidos como sanos mentalmente hablando. También los eventuales mensajes deben ser conformes al mensaje evangélico y estar vinculados al lugar de las apariciones.

Yendo a la veracidad de las apariciones nos explicaron que si la autoridad eclesiástica confirma la autenticidad se concluye que consta la sobrenaturalidad de la aparición. Por el contrario, si se confirma que se trató de una fantasía, la conclusión es que no consta la sobrenaturalidad y si no fue posible determinar la veracidad pero tampoco desmentirla, se concluye que no consta la sobrenaturalidad, pero esto no quita que pueda ser constatada en otro momento a posteriori como sucede con éstas apariciones en Bosnia.

He preguntado si un católico está obligado a creer en las apariciones marianas reconocidas por la Iglesia. Nos respondieron, el fiel no está obligado a creer aunque sean las mismas reconocidas oficialmente. La Iglesia considera terminada la revelación pública con la muerte del último de los apóstoles y, por lo tanto todas las apariciones aunque tengan un valor universal, son considerados revelaciones de índole privadas donde el fiel no tiene obligación de creer.

Hay una comisión creada por Benedicto XVI para analizar las apariciones en Medjugorje que ha entregado su informe a la Congregación para la Doctrina de la Fe, aunque no se espera un pronunciamiento inmediato del Vaticano.

Tres de los seis videntes aseguran que siguen recibiendo la aparición de la Virgen independientemente de donde se encuentren. Se trata de Vicka, que vive en Medjugorje; Marija, que vive en Italia; e Iván, quien reside en los Estados Unidos, aunque regresa frecuentemente a Medjugorje.

Se trata de uno de los fenómenos religiosos que más interés ha suscitado en el mundo a finales del siglo XX e inicios del XXI. Es, por tanto lógico, que millones de católicos en el mundo se pregunten cual es el juicio de la Iglesia.

Les puedo asegurar que haber estado en Medjugorje fue una experiencia increíble y un acto de fe haber podido estar allí con mi nieta mayor, y les confío sinceramente que solamente fuimos a agradecer, agradecer y agradecer lo que el Señor nos ha brindado y a pedir por nuestros seres queridos, los que están con nosotros y los que ya fueron recibidos por nuestra Señora.

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(*) El autor de este artículo es abogado, periodista, escritor de varios libros: “Poesías desde el alma”, “Don Pedro”, “Mi río, mis poesías, mis recuerdos”. También conductor del programa de radio “Tres por Semana “en la FM 91.3 de la Ciudad de Buenos Aires, columnista en LT 41 y director de El Censor Online, periódico que se publica todos los domingos en el grupo de Facebook denominado “ El Censor Online”.