Francisco pidió “civilizar el mercado” y promover nuevos modelos de cooperación
El papa Francisco recibió ayer en la Sala Clementina del Palacio Apostólico, a los participantes del encuentro promovido por la Academia Pontifica de Ciencias Sociales, ante quienes consideró que es necesario “‘civilizar el mercado’ en la perspectiva de una ética amiga del hombre y de su entorno”.
Asimismo, advirtió sobre dos causas específicas que “alimentan” la exclusión y las periferias existenciales: “El aumento endémico y sistémico de las desigualdades y de la explotación del planeta, que es mayor con respecto al aumento de la renta y de la riqueza” y “el trabajo no digno de la persona humana”.
En su discurso, el pontífice sostuvo que hace falta "una reformulación de la figura y del rol del Estado-Nación que no se puede concebir como el único y exclusivo titular del bien común no consintiendo a los cuerpos intermedios de la sociedad civil expresar, en libertad, todo su potencial".
Francisco subrayó la importancia del "principio de subsidiariedad que, combinado con la solidaridad, constituyó un pilar importante de la Doctrina Social de la Iglesia", y precisó: “El desafío aquí es cómo aunar los derechos individuales con el bien común”.
Asimismo, afirmó que “el papel específico de la sociedad civil es comparable al que Charles Péguy daba a la virtud de la esperanza: como una hermana pequeña está en medio de las otras dos virtudes - la fe y la caridad – sujetándolas de la mano y tirando de ellas hacia delante".
“Me parece que esta sea la posición de la sociedad civil: ‘tirar’ hacia delante del Estado y del mercado para que puedan repensar su razón de ser y su forma de actuar”, concluyó.
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