Los diputados siguen dando malos ejemplos

Duró sólo 30 minutos y se aprobaron sólo proyectos de declaración de interés y donaciones de terrenos, justo en el día del partido decisivo de la selección Argentina de fútbol en las eliminatorias de cara al mundial de Rusia 2018.

Más allá de que fueron elegidos  democráticamente por el voto popular, el rendimiento de  la Cámara de Diputados de Entre Ríos ha sido muy pobre este año. Solo han sesionado en  promedio una vez cada 30 días, es muy poco productivo para una persona que a los entrerrianos nos cuesta más de 100 mil pesos por mes entre el pago de la dieta, fondos para la contratación de asesores y mantenimiento de los punteros políticos.

Por un lado en el oficialismo, hay personajes muy lamentables que ocupan la banca, como es el diputado Allende, acusado de enriquecimiento ilícito y de liderar una patota que apretó a un directora del Hospital de Salud Mental de Diamante. Como presidente de la Cámara está el ex gobernador Sergio Urrubarri, con varias causas judiciales en marcha, y que ni siquiera vive en la provincia, solo viene para las sesiones, el resto de los días lo pasa en su lujoso departamento del barrio de Palermo.

Por otro lado, tenemos una oposición complaciente, que poco hace para salir a denunciar la falta de celeridad que hay en la Justicia entrerriana, para que avancen con las causa de corrupción del gobierno anterior. Es la misma oposición que tampoco hace nada para advertir la cantidad de funcionarios con causas judiciales que hoy están en el gobierno de Bordet. Salvo excepciones, como el diputado Esteban Vitor, los demás nada han hecho para salir a respaldar a los abogados Guillermo Mulet y Rubén Pagliotto que llevan adelante en soledad la causa por enriquecimiento ilícito que recae sobre el ex gobernador.  Esto son los legisladores que logramos conseguir. Legisladores que solo piensan todo el tiempo en sus estrategias de poder personal y no en resolverle los problemas al ciudadano de a pie.