Vecinos accinarían contra el Municipio por habilitar un boliche en el semicentro

“No es un tema nuevo. Es un tema por el que lucho hace veintiséis años…Si, leyeron bien… 26 años. Y en todo ese tiempo cambian los gobiernos y el circo es el mismo.: promesas de “buenos políticos” que se enredan en una maraña de mentiras, para quedar bien con “Dios y con el diablo”, así era como comenzaba la carta de lectores que publicó Martha Cristina Fernández que publicó el domingo pasado en EL ARGENTINO.

Tras varios reclamos los vecinos habían logrado cerrar el boliche de calle Colombo, pero muchos en el barrio de la Dirección Departamental de Escuelas, se sorporendieron cuando el sábado 9 de septiembre, Lotus reabrió sus puertas y todos se preguntan ¿Por qué la Municipalidad aprobó la habilitación a pesar de no cumplir con las ordenanzas ni aplicar la firme decisión del viceintendente Jorge Maradey?

“Teníamos indicios que iba a abrir porque Maradey algo nos había adelantado, pese a que se había comprometido en persona en hacer todo lo posible para que no se vuelva a habilitar ese local como un lugar de entretenimiento nocturno”, explicó Alejandro Romano uno de los vecinos afectados.

“Maradey nos dijo esto de forma verbal, porque nunca logramos que nos diga algo por escrito”, recordó Martha Fernández.

“El boliche estuvo cerrado durante todo el 2015, luego abrió en el invierno del 2016, cerró a fin de año y luego volvió a abrir hace dos semanas a nombre de otras personas y no lo sabemos”, dijo Martha.

Los vecinos aseguran que dentro del local “no se le hizo ningún tratamiento acústico” y esto causa vibraciones en las casas que comparten medianera con el boliche.

“A mi se me está partiendo todo el cielorraso y por la noche cuando estoy durmiendo se sienten las vibraciones de la música en mi cuarto”, expresó Fernández.

A los problemas de los ruidos molestos, se le suman los inconvenientes que una actividad comercial como ésta genera en una zona tan densamente poblada como la de calle Colombo, entre Yrigoyen y Magnasco.

“Al boliche vienen adolescentes de 16 a 18 años, se sienten gritos a la noche y uno no sabe si está sucediendo algo o lo hacen para divertirse. Luego, durante toda la mañana del domingo dejan la basura en la vereda, son bolsas con botellas que están allí todo el día hasta que pasa el recolector por la noche y las veredas quedan sucias, todos los vecinos a la mañana tenemos que salir a limpiarlas”, se quejó otras de las vecinas.

“Yo tengo que dormir con tapones de silicona y estoy medicado, los fines de semana mi casa vibra, y no puedo descansar bien”, expresó Romano, al tiempo que no puede creer que este local sea propiedad del “ambientalista Edgardo Moreyra no entiendo cómo permite que suceda todo esto”.

Agotadas todas las instancias administrativas, reuniones en el HCD, con el propio viceintendente Jorge Maradey, los vecinos decidieron contratar a una abogada para iniciar acciones legales si esto no se revierte. “Vemos que nos han tomado el pelo para meter una medida de amparo y vamos a presentar una medida preliminar ante la Justicia para que el Municipio informe en qué condiciones fue habilitado el boliche”, explicó Romano.

“Ya no puedo vivir aquí, esta impunidad genera violencia y me estoy enfermando”, concluyó.