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Diario El Argentinoviernes 29 de marzo de 2024
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Terapista ocupacional pediátrica desde el abordaje de “Integración sensorial”

Terapista ocupacional pediátrica desde  el abordaje de “Integración sensorial”

Hoy 10 de septiembre se celebra el Día del Terapista ocupacional.


La integración sensorial es uno de los marcos teóricos utilizados por los Terapistas Ocupacionales en la atención a niños y cuya autoría le corresponde a la doctora Jean Ayres quien, durante sus estudios de doctorado y post-doctorado en neurofisiología se dedico al análisis de los estados neurobiológicos suceptibles de ser asociados con los problemas de aprendizaje en los niños, creó una evaluación sistemática para poder medir las funciones perceptivo-motrices. Jean Ayres es una terapeuta ocupacional estadounidense que formuló la Teoría de la Integración Sensorial (IS) a partir de sus propias investigaciones, además de la evaluación y el tratamiento de las disfunciones de integración sensorial.

La IS trata de dar una respuesta científica a los múltiples problemas que afectan a los niños, tanto de aprendizaje, como de comportamiento, desarrollo y descoordinación motriz, como la hiperactividad, la mala inserción escolar, las disfunciones relacionadas con el autismo o las dificultades en el proceso de alimentación.

El Cerebro

Hasta los 7 años el cerebro actúa como una máquina de procesamiento sensorial que es el que permite crear respuestas adaptativas, provista de propósito y meta, permitiendo que el niño cubra los requerimientos del ambiente y por lo tanto tenga respuestas eficientes, creativas y satisfactorias que le permitirán experimentar nuevos desafíos o retos a los cuales pueda responder.

Un niño que organiza su juego correctamente, organizará sus tareas en la escuela y en la vida adulta, en el trabajo, de una manera mucho mejor.

Los terapeutas ocupacionales, formados en IS, son los encargados de evaluar los desórdenes que puedan producirse en el procesamiento sensorial. La mirada está centrada en observar y evaluar los sistemas táctiles, propioceptivos y vestibulares, para provocar cambios positivos en el sistema postural y favorecer la percepción del esquema corporal,  facilitando el proceso de aprendizaje sensorio-motor con extensión a la conducta y a las emociones.

Indicios

Si el niño llora sin motivos aparentes, si le molestan cosas inusuales como el extremo acercamiento de un beso necesita empujar o golpear a otros, o autogolpearse sin por ello sentir dolor o incomodidad, tendrá problemas en la socialización con sus pares.

Otras manifestaciones posibles suelen ser: bebés que no gatean o se sientan más tarde, en niños más grandes cuando no se atan sus cordones, no saltan o no se suben a una bicicleta.

En la etapa del jardín de infantes pueden presentar problemas para cortar con tijera o pintar respetando los límites Todo esto es originado por la dificultad de coordinar las actividades que requieren de la coordinación óculo-manual. Proveniente de la dificultad para procesar la información  propioceptiva (encargados de trasmitir la información de músculos y huesos) y el sentido vestibular (encargados de informar posición de la cabeza en el espacio).

Por esto último, es muy frecuente que estos niños tengan dificultad para copiar del pizarrón y lleven a su casa las tareas incompletas.


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