Urdinarrain: se suspendió el juicio por el homicidio simple en grado de tentativa

 

El Tribunal integrado por los doctores Mauricio Derudi (quien lleva adelante la dirección del debate) y los vocales Alicia Vivian y Arturo Exequiel Dumón, decidieron suspender el juicio por suscitarse un conflicto de intereses en la defensa particular que ejerce el doctor Carlos Wagner con ambos imputados.

La decisión –que casi no registra antecedentes en la jurisdicción, excepto por un solo caso- se adoptó cuando la defensa estaba desarrollando su alegato de clausura y de manera directa y expresa comprometía la situación de Cabrera para intentar salvar a Aguirre de la tentativa de homicidio.

El Tribunal observó esta situación irregular y para garantizar un juicio justo, llamó a las partes a un cuarto intermedio, luego del cual se comunicó la situación a los imputados. De esta forma, Cabrera hizo su opción de ser asistido por un defensor oficial y la audiencia se retomará el 4 de septiembre a las 12.

Pero cuando se reanuden las audiencias pueden ocurrir dos cosas que dependerán de la estrategia del defensor oficial: la primera que todo continúe en el punto de la suspensión; esto es los alegatos de clausura de la fiscalía (representada por Martina Cedrés que llevó adelante la investigación penal preparatoria y de Lisandro Beherán en su rol de fiscal coordinador general) y de la querella asumida por el abogado Raúl Jurado; o que el defensor oficial pida que todo el juicio sea considerado nulo por esta incompatibilidad de intereses detectada por los magistrados en los alegatos de clausura, pero que permitió –por ejemplo- la introducción de pruebas durante las audiencias.

La fiscalía en su alegato de clausura había sostenido la figura delictiva de homicidio simple en grado de tentativa para el caso de la víctima Chareun y de lesiones leves para la víctima identificada como García; y en consecuencia solicitó para Aguirre seis años y seis meses de prisión efectiva; y de siete años y siete meses para Cabrera. Mientras que la querella, que había adherido a la fiscalía en la configuración del delito, pidió siete años para Aguirre y ocho años para Cabrera.

Es oportuno recordar que el Código Penal prevé para esta figura delictiva cinco años y tres meses de prisión de mínima y doce años y seis meses de máxima.

 

El hecho

 

De acuerdo a lo expuesto en el juicio oral y público; el hecho atribuible a ambos imputados está registrado aproximadamente a las 19:20 del 25 de mayo pasado. Para el Ministerio Público Fiscal como para la querella, tanto Aguirre como Cabrera actuaron “conforme a un plan previamente establecido y división de tareas” y se hicieron presentes de manera conjunta en el bar que funciona dentro de las instalaciones del Club Progreso, ubicado en la calle Aristóbulo Del Valle sin número, entre sus similares Patriarca y Libertad de Urdinarrain. La tentativa de homicidio se suscitó cuando ambos imputados ingresaron a ese Club y Aguirre fue advertido por la víctima que debía irse allí porque la Comisión le había prohibido el ingreso.

En ese momento, Aguirre le propinó una trompada a una persona que se encontraba parado cerca de la barra (identificado con el apellido García), lo que provocó su caída junto con un ventilador de pie. Una vez en el suelo, le dio  varias patadas en su anatomía, produciéndole contusiones en la cara, en el codo izquierdo y en la pierna izquierda. Ante dicha situación, esta persona agredida atinó a esconderse detrás de la barra, oportunidad en que Aguirre comenzó a tirarle taburetes a él y al cantinero Edgardo “Pichilo” Chareun (51 años). El cantinero intentó sacarlo hacia la galería junto a Cabrera y quiso cerrar la puerta para evitar su ingreso. En ese instante, Aguirre rompió la puerta con un taburete y volvió a ingresar para golpear a la víctima Chareun.

En ese momento, Cabrera le da una puñalada por la espalda a la víctima, ésta cae al suelo y Aguirre  lo “monta” para continuar con sus agresiones de puños; mientras Cabrera le propinó otras puñaladas con un cuchillo, produciéndole una herida en la zona abdominal más otras lesiones corto punzantes en diversas partes del cuerpo.

Luego de ello, los imputados se dieron a la fuga del Club. Las lesiones producidas a la víctima fueron de tal magnitud que pudieron terminar con su vida. Por eso esta causa se caratuló como homicidio simple en grado de tentativa, dado el riesgo de vida que sufrió Chareum y que fue corroborado por el médico forense.

Ahora la audiencia se retomará el 4 de septiembre y habrá que esperar para saber cuál será la estrategia que adoptará el defensor oficial que asistirá a Cabrera: si continuará con los alegatos de clausura o pedirá la nulidad de todo lo actuado por no haberse garantizado el debido proceso para su cliente. Mientras tanto, ambos imputados continuarán bajo la figura de prisión preventiva domiciliaria: Aguirre en Gualeguaychú y Cabrera en Urdinarrain.