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Diario El Argentinoviernes 29 de marzo de 2024
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Violencia de género en Obras Sanitarias: “Cada vez que tenía que entregar el parte diario en su escritorio temblaba”, dijo la víctima

Violencia de género en Obras Sanitarias: “Cada vez que tenía que entregar el parte diario en su escritorio temblaba”, dijo la víctima

El Juzgado de Garantías N° 1 notificó al municipio el 10 de agosto pasado, las medidas restrictivas que deberá cumplimentar el jefe de producción de Obras Sanitarias por 30 días, por lo cual no se podrá acercar a la denunciante. “Como empleada municipal, como mujer estaba totalmente indefensa, no sabía a quien recurrir, a qué número llamar, no hay un protocolo a seguir en caso de violencia”, reclamó la v&iac


 

El jueves 2 de marzo de este año a las 17, la agente municipal que denunció el 9 de agosto ante el Ministerio Público Fiscal al jefe de producción de Obras Sanitarias, Gustavo Etchegoyen, por “violencia de género en el ámbito laboral”, se encontraba en su oficina realizando sus labores de rutina.

 

Etchegoyen se dirigió hacia la denunciante desde la puerta de su oficina requiriéndole a los gritos un informe sobre un análisis físico-químico y microbiológico, sobre una muestra de agua tomada el 23 de febrero de 2017. La agente municipal le dijo que el informe debía solicitárselo a su jefa más inmediata.

 

Ante esta contestación Etchegoyen le dijo a los gritos: “Acá el orden jerárquico es así, yo soy el jefe supremo, Liliana es el jefe de laboratorio y vos de la tarde” y más adelante le replicó, “con esto me estas declarando la guerra”.

 

Esto solo es un episodio de 12 años de maltrato reiterados del jefe de Producción de Obras Sanitaria hacia la denunciante, la licenciada de bromatología de 39 años que en 2004 ingresó a la repartición municipal tras haber pasado por un examen de admisión.

 

“Comencé a trabajar como becaria en 2004, tras haber rendido un parcial en la Facultad de Bromatología. En 2005 me quedé prácticamente sola en el laboratorio de Obras Sanitarias, luego de que su jefe sufriera un accidente y me quedé sola encargada de todo el proceso de potabilización”, explicó a EL ARGENTINO.

 

A raíz del desempeño obtenido finalmente la bromatóloga logró pasar de becaria a contratada y en el año 2006 pasó a planta permanente.

 

La víctima recordó otro episodio cuando era becaria en 2004: “Una vez estaba el proveedor de productos químicos coagulantes que estaba haciendo ensayos en el laboratorio y me consulta sobre la turbiedad del agua y la variación del PH y la alcalinidad, entonces le dije que cuando aumentaba turbiedad había un incremento del PH y la alcalinidad. En ese instante Etchegoyen me comenzó a gritar de que no era siempre así.

 

Yo le dije que era así porque era yo la que analizaba y él solo firmaba los partes. Luego me llamó a la oficina y comenzó a gritarme con la puerta abierta mientras estaba el proveedor escuchando todo. Me decía que yo no era nadie, que fuera la última vez que lo contradijera, y que yo era un soldado.

 

Una vez que me pasaron a planta permanente siempre trabajé con ayudantes, pero cuando me tocaba trabajar con él siempre estaba nerviosa porque él siempre abusaba de su autoridad. En septiembre del 2009 a él lo pasan a categoría profesional 5ta y terminó como jefe de producción.
Es ahí cuando comienzo a hacer el reclamo para que me pagaran el reemplazo de sus funciones y en conjunto con el resto de personal, reclamábamos que nos pagaran las guardias. Llegamos a trabajar hasta 12 horas por día durante los años 2010 y 2011, por lo que le reclamamos esta situación al secretario de Obras y Servicios Públicos de aquel entonces que era Federico Villanueva, pero no tuvimos respuesta”.

 

En tanto recordó que: “Cuando él me pedía algo, siempre era con autoridad y violencia, a veces golpeaba su puño con la otra mano abierta. Cuando mi compañera se tomaba licencia me acosaba con mucho trabajo siempre diciendo que eran órdenes del director. Nosotros hacemos 9 mil análisis por mes y tenía que dejar de hacer mi tarea para poder cumplir con sus exigencias”.

 

Las jornadas laborales eran toda una pesadilla para la denunciante que debía padecer un maltrato diario: “Compartía seis horas por días en el mismo ámbito laboral de 13 a 19 y el maltrato hacia mí era algo cotidiano, había dos días en la semana, los martes y jueves que estaba más agresivo”.
Desde que se inició el sumario administrativo el 26 de abril para investigar el hecho y darle tiempo a Etchegoyen a que se defendiera no se hizo nada para proteger la víctima, hasta el jueves 10 de agosto, cuando la agente municipal por consejo de su abogado y su psicóloga decidió realizar la denuncia el 9 de agosto ante Fiscalía y recién el Ejecutivo Municipal decidió, separar del cargo a Etchegoyen el lunes 14 de agosto.

 

El 10 de ese mes el juzgado de Garantías y Transición N° 1 a cargo del doctor Mario Figueroa, notificó a Legales del municipio sobre las medidas restrictivas por el término de 30 días que recaen sobre Etchegoyen entre las que se cuentan “prohibición de acercamiento a la vivienda de la denunciante en un radio de 200 metros, prohibiéndose ingresar al domicilio” de la víctima.

 

“Abstenerse de realizar actos molestos o perturbatorios como actos de violencia física o moral contra la denunciante y grupo familiar convivente, tanto por sí o por interpósita persona, tanto en forma personal, como por teléfono, mensajes de texto, o redes sociales, ya sea en su domicilio, lugar de trabajo o lugares de acceso público, así como todo acto de conducta que ponga en peligro la integridad física de la nombrada”.
 
 

 

El Ejecutivo abrió
el sumario el 26 de abril
 

 

El Ejecutivo municipal, tras la primera nota enviada por la víctima de “violencia de género en el ámbito laboral” envió una nota al Ejecutivo cuestionando las actitudes de Etchegoyen, el 8 de marzo.

 

Recién el 26 de abril, se inició un sumario administrativo y “mientras tanto seguí trabajando con él en el mismo turno”, agregó la víctima.

 

Los maltratos sistemáticos causaron secuelas psicológicas en la agente municipal “sufría de ataques de pánico y estrés y tuve que recurrir a una psicóloga que me dio la fortaleza para poder animarme a dar el paso de denunciarlo, porque él siempre tuvo apoyo político, mientras que tanto yo como mi compañera nunca fuimos escuchadas por ningún director”.

 

La bromatóloga solicitó al área de Recursos Humanos de la Municipalidad que Etchegoyen no vuelva “al área de Obras Sanitarias, y yo tampoco quiero irme de ahí, porque, amo lo que hago. Yo no sabía a quién recurrir, a qué número llamar, solo le contaba a mi jefa que también pasaba por los mismos episodios de violencia y ella le comunicaba al director de Obras Sanitarias, pero no pasaba nada”.

 

Resaltó que: “Los peores episodios de violencia los recibí en el año 2012 cuando pasé por su casa y vi un camión cisterna de Obras Sanitarias. Luego comprendí que estaba llenando su pileta. Un vecino me vio que pasé ese día y desde entonces comenzó una persecución, me amenazó con hacerme un sumario administrativo y el acoso fue permanente.

 

Allí entré en pánico, veía llegar su auto y comenzaba a temblar como una hoja, me pedía los informe de mala manera y siempre los quería con urgencia. En 2004 cuando era becaria, luego del incidente que tuve cuando estaba el proveedor se pasó tres meses sin hablarme, yo le llevaba el parte diario a su escritorio y temblaba, con solo ver su camioneta también temblaba”.

 

Y agregó: “En 2012 me declaró la guerra, y eso lo expresé en mi denuncia, le conté al Sindicato Municipal y no hicieron nada”.

 

A veces los gritos de Etchegoyen hacia la agente municipal, lo escuchaban otros operarios que estaban trabajando en otros sectores de Obras Sanitarias.

 

“Como empleada municipal, como mujer estaba totalmente indefensa, no sabía a quien recurrir, a qué número llamar, no hay un protocolo a seguir en caso de violencia que permita poder denunciar. No es mi intención politizar este tema, no pertenezco a ningún partido político, simplemente me estoy defendiendo porque es mi derecho. Recién el lunes (14 de agosto) estuvo reunida con migo la responsable del Área de Género Florencia Bugnone y me pidió que no politizara el tema, pero no lo estoy politizando, me estoy defendiendo”, reiteró.

 

Este caso de violencia de género laboral que según la denunciante viene padeciendo desde hace 12 años, abre el interrogante de por qué la administración Piaggio que mostró desde un inicio su interés sobre esta problemática social, aún no diseñó un protocolo y entrenó a los directores de las áreas de gobierno para saber cómo actuar en caso que se produzcan otros hechos similares en el futuro.

 

FRASE

 

 
“Los peores episodios de violencia los recibí en el año 2012 cuando pasé por su casa y vi un camión cisterna de Obras Sanitarias. Luego comprendí que estaba llenando su pileta. Un vecino me vio que pase ese día y desde entonces comenzó una persecución, me amenazó con hacerme un sumario administrativo y el acoso fue permanente”.
 

 


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