La seguridad: una cuestión de decisión política

A esta altura de las circunstancias, donde el crecimiento del casco urbano ha vuelto cada vez más compleja a nuestra comunidad, la Jefatura Departamental de Policía tendría que tener su central de monitoreo de más de 50 cámaras de videovigilancia, entre las que pertenecen al municipio, las que se colocaron en los barrios a través del presupuesto participativo, o aquellas cámaras que colocan las empresas privadas y apuntan a la calle. La sumatoria de toda esta tecnología podría hacer que Gualeguaychú fuera una ciudad más segura. 
Pero es esa falta de decisión política, la que retarda todo tipo de implementación de contramedidas para hacerle cada vez más difícil la vida a los delincuentes,  y esto podría producirse si tuviéramos un centro de monitoreo las 24 horas.
Otro aspecto es la demora en la  sanción de la ordenanza del Consejo de Seguridad, que genera un ámbito  de discusión y participación de la sociedad civil con las fuerzas de seguridad y distintos estamentos del Estado, para resolver problemas puntales en los barrios. La prevención del delito es sin duda responsabilidad de la Policía, pero también el municipio tiene que comprometerse con decisiones políticas que contribuyan a solventar la falencia  en recursos humanos y materiales que hoy tiene la Jefatura Departamental de Policía.