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Diario El Argentinoviernes 29 de marzo de 2024
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El Magnasco presenta este viernes su tercer libro de la serie Centenario

El Magnasco presenta este viernes su tercer libro de la serie Centenario

Por N. M. EL ARGENTINO “Por las calles de Gualeguaychú. Calles de ayer y de hoy”, es el tercer libro que realiza el Instituto Magnasco para su serie Centenario. Y será presentado en sociedad el viernes 30 de junio a las 20 en la sede de calle Camila Nievas 78.


El primer título fue “A mi juego me llamaron” de Elvira Bugnone; y el segundo “Instituto Magnasco: 100 años de historia” de Diola Barell de Franchini en 2006, en base a una serie de artículos que fueron publicados en EL ARGENTINO.
Luego de once años, el Magnasco vuelve a vitalizar la serie Centenario con este tercer libro que registra la transformación de la ciudad a través de sus calles. Pero también “la vida que palpita en ellas; el crecimiento de la red urbana; el protagonismo de los vecinos; la nomenclatura vial en la actualidad y datos sobre gente relacionada con Gualeguaychú que da nombre a sus calles”, se sintetiza en la contratapa del libro a manera de invitación para su lectura y estudio.
El antecedente inmediato de esta obra es la muestra “Pura Curiosidad” que el Magnasco realiza desde 1998 para celebrar cada 18 de mayo el Día Internacional de los Museos.
Justamente, el año pasado el tema elegido fue “Nuestras calles en el recuerdo” y en la apertura de la muestra se trabajó con un texto más breve para la ocasión, pero que despertó el interés y la avidez del público por querer saber más; es decir, profundizar y compartir.
Esta tarea fue realizada por dos historiadoras de fecundas raíces con la comunidad: las profesoras Leticia Mascheroni de Gasparovic y Delia Reynoso de Ramos. Y por dos profesoras de Literatura que le dieron alas a esas raíces: Carmen Galissier de Lioni y Norma Martínez de Martinetti. Como cuatro puntos cardinales que convergen en una misma rosa de los vientos, las autoras ejercieron un diálogo profundo con sus saberes, pero también recorrieron el laberinto de los archivos, de las ordenanzas… los senderos de la evocación viviente que habita en cada barrio. “La experiencia nos ha resultado verdaderamente placentera por lo que tiene de descubrimiento, y por lo que significa manejar información tan cara a la memoria colectiva”, coincidieron las autoras en el prólogo del libro.
Quien recorra sus páginas encontrará, casi como una cronología, la evolución de una comunidad que todavía se acuna entre sus palpitaciones de pueblo y sus pulsaciones de ciudad.
El plano primitivo de Gualeguaychú y cómo se expandió a la par de cómo se fueron incorporando los servicios urbanos: la luz, el agua, el transporte… todo basado en una rigurosa documentación histórica, incluyendo también las semblanzas de cómo las calles han sido el escenario elegido para grandes encuentros como desfiles, procesiones, carnavales, bailes… y los personajes populares que la habitaron.
Así como los nombres de una calle permiten orientarse en el terreno; cada nombre que lleva esa calle también permite orientarse en la vida por su legado histórico. Por eso, el inventario vial de la ciudad implica un entramado que se abraza a través de más de trescientas calles y las autoras se concentraron en aquellas vinculadas íntima y directamente con Gualeguaychú. Una tarea ciclópea por lo formidable y monumental del registro de esas aproximadamente 150 calles que portan –como una bandera de la memoria- el nombre de un vecino de la ciudad.


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